Un internauta escocés que se creyó muy chistoso acabó por echarse a todo internet encima.
Hace unos diez años, la noticia de la desaparición en Portugal de la niña británica Madeleine McCann, sacudió al Reino Unido. Hasta hoy la pequeña no ha sido encontrada, pero su memoria continúa fresca en el inconsciente colectivo de ese país.
Prueba de ello es que Daniel Gearie, de 25 años de edad, quiso hacerse el chistoso disfrazándose de ella para Halloween, justo como Madeleine aparece en la foto de “Se Busca” que la hizo famosa.
https://twitter.com/spikes_bandana/status/924707433209126913
En una foto que publicó en Instagram y Twitter, Gearie aparece vestido tal cual como la pequeña (con todo y peluca rubia y camiseta del equipo de futbol Everton) junto a la imagen que tanto el gobierno británico como los medios de comunicación, compartieron entre la población para ayudar en su búsqueda.
Obviamente la gente se le fue encima al escocés, quien se adelantó a las críticas con una advertencia en el pie de foto de su publicación:
Antes de que digan que esto es muy enfermo. Sé lo que es, pero yo no soy quien dejó a su hija sola en un hotel de Portugal.
El comentario fue en clara referencia a las circunstancias en las que Madeleine se extravió cuando sus padres se visitaban otra parte del hotel donde se habían hospedado durante las vacaciones en las que perdieron a su hija.
Aún así la gente no tardó en criticar al joven, calificándolo de “enfermo”, “vil” y acusándolo de no entender el problema de Madeleine por no ser padre.
Al final el vendaval de críticas hacia él y sus disfraz fue tal que, de plano, no tuvo de otra más que restringir el acceso a su cuenta, misma que permanece cerrada para evitar que más personas se sumen a los ataques.
Luego de un rato, Daniel se retractó y, arrepentido, envió un mensaje que el portal británico Daily Mail compartió en una de sus publicaciones.
Quiero ofrecer mis más sinceras disculpas por lo que hice. No tiene defensa. Fue vil y estoy asqueado de mí mismo.
“Mi familia está destruida,” dijo. “Fue un momento de estupidez. Fui a una fiesta con amigos y no le dije a nadie que iría vestido de la niña. Quería sorprenderlos y provocar una reacción, pero creo que fui demasiado lejos.
Tal vez si Daniel hubiera pensado mejor cómo sorprender a sus amigos durante la noche de Halloween, otra cosa habría sido, pero no fue así. Metió la pata burlándose de la tragedia ajena y, bueno, no salió bien.
¿Crees que valió la pena arriesgarse con tal de hacerse de un par de likes en internet?