Renace de las cenizas el doloroso (pero genial) “Juego del Círculo”

"Mira el círculo y recibe un puñetazo en el cuerpo". Esta sencilla pero efectiva premisa acaba de regresar gracias a la magia de internet.

Su origen real se desconoce, pero es innegable que miles (quizá millones) de estudiantes de todo el mundo han participado en él.

Hablamos del Juego del Círculo (o como lo conocí en el barrio, “Manchado no Paga”) y consiste en propinar un justo y potente puñetazo al brazo de quien se atreva a mirar cuando tus dedos forman un círculo a la altura de la cintura.

Muchos lo conocieron en un episodio de Malcolm el de Enmedio, en el que Reese, el hermano mayor de Malcolm, junta sus dedos índice y pulgar y los coloca justo debajo de la cintura para que su víctima los mire y sea condenada a sufrir las dolorosas consecuencias.

Gracias a la gloria de internet y el poder de la viralización, este genial juego “de la secu” ha regresado triunfalmente para infectar a los millennials y centennials que tengan los arrestos para jugarlo una y otra vez.

Para quienes no entiendan la supremacía de este juego, la diversión consiste en golpear el brazo de quien mire el círculo. Es todo, no hay mayor mística al respecto, pero como las mejores cosas en la vida, no debe ser complejo para divertirte como enano.

Tal vez el único mecanismo intrincado de este juego es lograr convertirte en el victimario en lugar de continuar siendo la víctima, y eso es algo muy difícil de lograr.

Al séptimo o noveno puñetazo, la víctima se vuelve cada vez más desconfiada y, por ende, más difícil de engañar, lo que añade una capa de dificultad al juego que lo evoluciona a nuevos niveles.

Entre los nobles miembros de esta redacción recuerdan una variante de este divertidísimo juego (que es más divertido que tener un iPhone X o un PlayStation 4 Pro): el de Manchado no Paga, que le permite a la víctima minimizar la potencia del puñetazo si antes de recibirlo llega a decir “Manchado paga doble”.

En ese caso, el victimario no podía dar un golpe muy fuerte, pues de hacerlo, recibiría no uno, sino DOS puñetazos en el brazo con la potencia que fuera necesaria.

Sí, una variante sencilla pero efectiva. Seguro habrá más modificaciones al clásico Juego del Círculo, pero mientras la esencia de esta dinámica no muera, el mundo será un mejor lugar.