Justin Bieber era un sujeto de carita angelical y voz aguda. Ahora sigue teniendo una voz un tanto aguda, pero su rostro ya no nos hace querer comprar un Gerber, sino llamar a la DEA o regresar a los años setenta a prohibir los bigotes.
No sabemos realmente qué pasó con él. Después de su etapa de querer pertenecer a la escena de hip hop estadounidense, cuando se empezó a tatuar hasta la parte de atrás de las rodillas, ya todo era posible. Justin despertó y le dijo adiós a todos los adjetivos con los que lo nombraban.
Por supuesto, siempre fue y siempre ha sido un chamaco berrinchudo, pero no podíamos negar que su estilo imponía moda, pero ahora que parece un narco ochentero o un personaje de serie de los setenta todo parece cambiar.
Primera pregunta válida: ¿Justin Bieber es parte del elenco para la siguiente temporada de Narcos o neta lo hace por gusto?
Eso sí, tampoco es que sea un Señor Bigote. Parece uno de esos bigotes pequeñitos que parecen manchas de polvo o chocomilk sobre el labio.
A ver, a ver. Vamos a calmarnos con los camioneros. O bueno, sí parece un poco bigote de camionero de película, pero esos personajes no son todos los camioneros heroicos del mundo.
Para algunos esta nueva imagen de Yastin es algo que no se le puede perdonar. Entendemos sus críticas y sus reclamos, pero la neta no por qué tanto odio. Igual se vale arrepentirse de todo.
Pensándolo bien, más que narco colombiano parece agente infiltrado de la DEA, pero uno que lo sabe disfrazar muy bien. Bastante comprometido.
“Qué hongo, chavos. ¿No quieren un poco de Purpouse?
Las camisas con palmeras y colores metálicos solo se ven bien en Miami o en los setenta.
Aunque no lo crean, hubo un tiempo en que todas las personas parecían narcos sudamericanos.
Eso o un mirrey que se cree galán.
¿Siono raza?