Es tan fácil que las cosas salgan mal cuando se trabaja con reacciones químicas, que asusta.
En nuestro típico merodear por las redes sociales encontramos un posteo en el foro Reddit sobre algo que sucedió en la televisión australiana.
En una sección de un programa matutino que se transmite en ese país, un sujeto y dos presentadoras hacen un experimento químico con nitrógeno líquido y refresco bajo en calorías.
Al principio la reacción es controlada y sale bien. La idea consiste en verter un poco de nitrógeno líquido en una botella de 1.5 litros de refresco antes de voltearla para que salga disparada por los aires.
Para la segunda vez que el sujeto quiere hacer el experimento, le pide a una de las presentadoras, la que más nerviosa parecía, que sostenga la botella de refresco mientras él vierte un poco el nitrógeno.
Desde los primeros segundos del video se puede ver cómo ella es la más nerviosa de las dos y que realmente no quiere formar parte del experimento.
Aún así el sujeto insiste y continúa vertiendo el líquido cuando le pide a ella que cuando dé la orden, ella debe voltear la botella para iniciar la reacción.
Ella por alguna razón no entiende bien la instrucción y en un arranque de nervios, tira la botella al suelo, liberando la gran cantidad de energía de la reacción química y precipitando la botella hacia su rostro.
Todo sucede en unos instantes.
Debido a la gran cantidad de nitrógeno líquido que el sujeto había metido en la botella, esta alcanzó velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora (según algunos cálculos de los foristas de Reddit).
El proyectil fue tan rápido que pudo haberle causado heridas muy serias a la presentadora o incluso pudo haberla matado.
Cuando al final del video el sujeto se echa al suelo con las dos manos en el piso, se puede presentir por un instante cómo se dice a sí mismo: “cuando levante la mirada me daré cuenta si me he convertido en un asesino o en la próxima sensación de internet”. Afortunadamente, fue la segunda posibilidad la que se cumplió.
Claro, todo es risas y diversión hasta que alguien comete una estupidez y se vuelve víctima de sus propios experimentos científicos.