Ayer se anunció la protagonista de la versión Live-Action (o sea, con personitas de verdad) de La Sirenita, el clásico de la animación y de la literatura, y resultó ser Halle Bailey, una actriz afrodescendiente, por lo que se armó la gorda entre quienes la quieren y quienes no.
Muchos, por supuesto, aseguran que ella no puede hacer a Ariel porque no es blanca ni pelirroja y porque en Dinamarca la gente es así… y también las sirenas, según ellos.

Incluso gente con palomita azul empezó a decir eso, que en Dinamarca LAS SIRENAS SON BLANCAS Y PELIRROJAS, no es que quieran ser racistas, PERO…
Claro, porque el color de piel de Ariel es importantísimo para que la historia sea buena o no.
Mejor que sean honestos y no anden inventando excusas.
Porque eso sí, cuando anunciaron a Jason Momoa como Aquaman no les importó y hasta lo vieron bien… y nosotros también, por eso apoyamos a la nueva Sirenita. :3
Porque si hay que apegarnos a la primera versión, que a Sebastián lo haga Jorge Campos o yo qué sé.
Eso es lo que andaban haciendo, no se hagan.
Sí, no le digan racistas a los racistas porque se enojan. Tengan tacto, mejor díganles “expertos de casting” o algo así.
Esta es la verdadera respuesta al problema.
Así se ven, ¿no les da pena?
Estamos esperando esas estadísticas para poder decir que sí, que se está violentando la representatividad de las sirenas pelirrojas y blancas de Dinamarca.
Bueno, entonces hagámosle caso al autor y que Ariel se suicide, que el príncipe la deseche por alguien más y que después sea un alma en pena durante 300 años.
Ya en una de esas, mejor que pongan a nuestra Yali.
Les andamos diciendo pero no entienden.
Ya nada más les falta su conito blanco y hacer el saludo romano para que destapen su verdadero ser.
Tenemos muchas esperanzas en el cast.
Ya no se respeta ninguna tradición ni ninguna mitología, qué bárbaros.
Sí, de veras. Ya mejor hubieran buscado una sirena de verdad, porque de otra forma nada más es corrección política, están arruinando todo.
Esta es la verdadera pregunta.
Y, finalmente, recordemos que las sirenas eran focas y manatíes por los que los marineros perdían la cabeza, no blancas pelirrojas.