Entre toda la violencia que los porros provocaron este lunes en Ciudad Universitaria, una tierna historia de amor nos está dando justo en el cora y que prueba que los jóvenes, siguen siendo una de las esperanzas de México, y por supuesto, de la Universidad.
Las cosas están así: cuando Joel Sebastián Meza García a.k.a. Joe como le dicen sus amigos, supo de la protesta de los chicos del CCH Azcapotzalco en Rectoría, decidió que era momento de solidarizarse con los muchachos.
Joe es de licenciatura, toma clases de Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras así que no le quedaba lejos la protesta para ir a apoyar.
Antes de ir para allá se comunicó con su novia Naomi, quien además, decidió unirse porque los estudiantes de Azcapotzalco también exigían el esclarecimiento de la muerte de Miranda Mendoza, una joven de 18 años del CCH Oriente.
Aquí Joe y Naomi <3
La cosa es que cuando llegaron a la manifestación, ya no había un grupo taaan nutrido como para continuarla, pero fue entonces que las cosas se pusieron feas.
Fue ahí que salieron los porros con jerseys de futbol americano que anularon la protesta a golpes, palos, bombas y armas blancas. Como ya sabemos, los grupos que promovieron la violencia y que no negociaron.
Así que estando ahí Joe y Naomi buscaron resguardarse, pero al menos tres porros empezaron a golpearlo a él. Joe, quien tiene 21 años, terminó en el piso y ahí siguieron dándole.
Con una navaja le rebanaron media oreja, y alguien más, le enterró un cuchillo en la espalda.
En ese momento, Naomi se interpuso y aunque es más pequeñita que él, usó su cuerpo para protegerlo. Así fue como impidió que los porros continuaran con su agresión.
El momento además, quedó registrado por la cámara del fotógrafo independiente Diego Uriarte:
Naomi evitó que un tercer navajazo agravara la hemorragia de Joel, que posteriormente tuvo que ser trasladado a la Clínica 8 del IMSS.
En el hospital, el daño era tal que tuvo que ser trasladado al Centro Médico Siglo XXI en donde comprendieron que el cuchillo que entró por la espalda fue enterrado a tal profundidad que dañó el riñón.
Le hicieron una intervención quirúrgica y ahora que se recupera los médicos tienen que evaluar el daño. La cosa es: si el riñón no se recupera podrían tener que sacárselo.
De acuerdo con el reportero Oscar Balderas, quien recogió esta historia y que consultó a Yoga Meza, la tía de Joe, el chico es bueno (no nos cabe duda), y lo describe con estas palabras:
“Es un niño cariñoso, que no busca pelea. Siempre muy cerebral, siempre ha sido de apoyar a la gente que lo necesita, muy solidario. Es músico: toca el tambor, le gusta tocar con mis hijos y le gusta estudiar. Está clavado con su carrera y pues está ahí porque le gusta estar en los espacios sociales apoyando a la gente”.
Joe mientras tanto seguirá en recuperación. Lucha por su vida al igual que su familia. Y por lo que sabemos, Naomi, quien luchó por él en CU, se mantiene a su lado.
Los porros no pueden con la Universidad.
Hasta el momento, según información del rector Enrique Graue, se ha ordenado “la expulsión definitiva de 18 individuos inscritos en la Universidad y están siendo enviadas al Tribunal Universitario para su ratificación”.
Pero aún se espera que se esclarezcan varias cosas: ¿de dónde vinieron los porros? ¿Cuándo se atenderán las demandas de los alumnos del CCH Azcapotzalco? ¿La Universidad puede garantizar el esclarecimiento del asesinato de Miranda Mendoza?
¡Fuerza UNAM!
Actualización: de acuerdo con diversos medios de comunicación, los médicos del Centro Médico Siglo XXI lograron sacar de riesgo a Joel y principalmente a sur riñón que ahora está fuera de peligro.
