Catt Gallinger es una modelo canadiense aficionada a los videojuegos, a los tatuajes, cuyo color favorito es el púrpura y que recibió un mal tatuaje de ojo. Sí, existen los tatuajes de ojos y sí, pueden salir bien o pueden salir mal… y este salió bastante mal).
Coaccionada por su entonces novio, quien aseguró que tenía experiencia realizando el procedimiento, Gallinger decidió entintar púrpura la esclerótica (el blanco) de uno de sus ojos. Su novio no sabía hacerlo: uso una aguja demasiado grande que quizá no estaba correctamente esterilizada, no diluyó la tinta y la inyectó en una sola inyección. Todo mal… con razón ya no es novio de Catt.
Al primer día la tinta empezó a chorrear por su rostro. Para el segundo, su ojo ya estaba preocupantemente hinchado y para el tercero ya estaba peligrosamente infectado. Además de ir a consulta con médicos especialistas, Gallinger utilizó su cuenta de Facebook para compartir su calvario y difundir los posibles peligros del procedimiento. “Por favor, sean cuidadosos con quien haga sus modificaciones [corporales] y hagan su investigación. No quiero que esto le pase a nadie más”, comentó la modelo, quien sigue actualizando su perfil con los avances en su tratamiento.
Actualmente la canadiense sigue experimentando fuertes dolores en el ojo, será sometida a una cirugía para remover parte del exceso de tinta, y los doctores le advirtieron que su visión en ese ojo definitivamente no mejorará; quizá pierda la vista por completo o quizá solo verá borroso por el resto de su vida. Además demandará a su tatuador/ex por mentir sobre sus credenciales. Auch.
Ojos fuera de este mundo
Los tatuajes de esclerótica existen desde hace unos 10 años. Su supuesto creador es un tatuador estadounidense conocido como Luna Cobra. Durante una convención de modificaciones corporales, un amigo le mostró una fotografía photoshopeada de sus ojos coloreados de azul, como ciertos personajes del clásico de ciencia ficción Dune. Al día siguiente, Cobra estaba seguro que podía hacerlo en la vida real y lo práctico con tres… osados voluntarios.
Lo que empezó como un experimento inocente entre amigos amantes de la ciencia ficción, poco a poco agarrando popularidad mundial. Sin embargo, una vez inyectada la tinta, no se puede sacar; este procedimiento es de las modificaciones más permanentes.
Los tatuajes de esclerótica son consideradas como una modificación extrema. La Asociación de Optometría de Estados Unidos condena fuertemente la práctica, por poner a los pacientes en alto riesgo de infección, inflamación y ceguera. En el estado de Oklahoma, Estados Unidos, incluso es ilegal.
Vía BBC