La historia del hombre con la peor suerte del mundo

Le tocó sobrevivir dos bombas nucleares; las únicas de la historia, y aún así vivió para contarlo.

Sobrevivir una bomba nuclear es una cosa, pero ¿dos en menos de 48 horas? Eso ya es demasiada buena suerte… o todo lo contrario.

En toda la historia de la humanidad solo ha habido dos detonaciones nucleares en suelo enemigo durante tiempos de guerra: la de Hiroshima y la de Nagasaki, que sucedió dos días después.

El señor Morimoto sobrevivió ambas…

Este ciudadano japonés estuvo en la ciudad de Hiroshima justo el día en que el bombardero Enola Gay soltó su carga nuclear sobre la ciudad. Él había visitado Hiroshima para acudir a un encuentro donde se discutiría la posibilidad de usar cometas para proteger los barcos del imperio Japonés de los ataques estadounidenses.

Así quedó Hiroshima después del ataque del 6 de agosto (Wikimedia Commons)

La reunión sería en la tarde del 6 de agosto de 1945, así que Morimoto tuvo tiempo de sobra para visitar a su primo en su casa, a un kilómetro del punto donde cayó la primera bomba nuclear.

A esa distancia, la explosión mató a 90% de las personas y destrozó la mayoría de los edificios de la zona, pero tanto el primo como el señor Morimoto sobrevivieron debajo de los escombros de su casa.

Ese día la bomba mató a 75 mil personas y otras 70 mil perderían la vida en las semanas posteriores, pero el señor Morimoto no sufrió daño alguno salvo algunos moretones.

Efectos de la bomba nuclear en Hiroshima (Wikimedia Commons)

Horas más tarde de la explosión, el protagonista de esta historia se reunió con otros amigos en las ruinas del hotel donde se estaban hospedando. De alguna manera todos habían resultado ilesos.

Dos días después,  tomaron un tren que los llevaría a Nagasaki, ciudad natal de Morimoto. La mañana siguiente, los estadounidenses tirarían otra bomba nuclear.

Se les llama Hibakusha a los supervivientes de las dos bombas nucleares (Wikimedia Commons)

Se cree que al menos 160 personas sobrevivieron las dos bombas nucleares que devastaron Hiroshima y Nagasaki. Algunas de ellas incluso han salido en televisión relatando su horrorosa experiencia. Sin embargo, pocas historias son tan poderosas como la del señor Morimoto, que salió de un lugar devastado por la furia nuclear a otro.