Ser fotógrafo es tener el don de la oportunidad, ponerse al pedo, estar ahí en donde ocurre el mero suceso. O tener suerte y tomar una foto justo cuando tu compadre está a punto de valer madres.
Como ejemplos de esta última gran virtud de la fotografía artística, les traemos esta colección de instantáneas. Se trata de lo que viene siendo la foto de antes del madrazo.
En esta bella colección que los deleitará, tenemos penes en peligro, resbalones, madrazos, accidentes, martillazos y un chingo de balonazos en la cara.
Espero que esta bella selección los entretenga en sus horas de incertidumbre y que la desgracia ajena les sirva -como siempre lo hace para mí- para alegrarse el día.
Para empezar nuestra hermosa selección tenemos dos oportunos momentos en los que se captó la mera guacara a punto de implementarse en pobres desprevenidos:
Y, porque esto no fue suficientemente asqueroso, les dejo aquí el momento justo en que un pastor alemán va a perder la elegancia marcando territorio:
Aunque nada de esto se compara a recibir un martillazo en la cara:
jajajaj Rusia jajaja
O darte acá un chapuzón en la braza:
O que se te caiga un barco encima de la panga:
O que tu bicla te la juegue chueco con ganas de que te lesiones serio:
Ouch…
También les manejamos por aquí el momento exacto en que unos buenos y responsables padres le causan daño irreparable a su pobre primogénito. Algo así me pasó a mí. No es chistoso:
Este otro jefe también se manchó con su cocktail de mentos y coca:
Y, para completar la colección de seres inocentes golpeados por objetos duros, tenemos aquí un gran momento deportivo. Después de esto, ¿para qué ver la novena?
También tenemos una fina selección de balonazo en el hocico que es digna de guardarse en el Museo del Prado:
Aunque nunca va a superar esta gran joya:
La alternativa al balonazo no es tampoco muy chida. Acá tenemos, por ejemplo, una despreciable muestra de violación nasal.
Definitivamente hubo penetración…
En esta otra alternativa al balonazo se ve que está agudo el dolor…
Por acá también tenemos una colección de imprudentes que, por su gran suerte, se encuentran frente a superficies acuíferas en vez de cemento…
jajajaja la señora…
Y tenemos por acá a una muchacha con pésimo equilibrio. En serio, chécate el oído interno.
Y bueno, todo esto fue muy divertido pero debemos concluir nuestra hermosa galería con la madre de todos los accidentes: la circuncisión por perro playero.
Que sueñen con mejores suertes, benditos Erizos. Mientras, les dejo la verdadera moraleja de todo esto: