La belleza es un asunto que para todos puede ser diferente. Como dirían las tatarabuelas: la basura de uno es el tesoro del otro, pero algo en lo que estamos de acuerdo es que Héctor Herrera es ahora muy hermoso.
Mucho más que Oribe Peralta, que lo que hace bello es su carácter y sus goles. ¿Que cómo le hizo? Es un secreto… que se conoce desde hace un tiempo: cirugías estéticas, cómo más.
Lo que sí es que tenemos que reconocer es que el cambio quedó como cuando te cambian la coca light por una regular, así puerca, azucarada, lista para provocar diabetes y tenemos que apreciarlo, pero debimos apreciarlo siempre.
Y por ahí dicen que no hay persona fea, sino personas pobres. No sabemos que creer de esto, lo que sí es que el parecido con Calamardo guapo es simplemente demasiado cercano que nos da miedo que este haya sido su molde.
Porque no somos solo nosotros, de verdad el mundo se está dando cuenta que, tal vez, Héctor Herrera es en realidad un ser marino.
Y ya que estamos en esas, deberíamos felicitar al artífice de esta transformación, que bien podría ser un escultor reconocido a nivel global.
Solo piénsalo, lo único que te hace falta es… ser algo parecido a Héctor, y no hablamos de lo feo que estás.
Tal vez la Cuarta Transformación se refería a esto, y solo a esto.
No lo sé, Rick. Esto parece falso.
Necesitamos a este cirujano para ser el nuevo diseñador de todo lo que suceda en el país.
Y siendo así, como va, en unos años termina siendo coordinador de cultura, quién quita.
Lo cierto es que ahora nos agrada más cómo se ve. Parece ahora un modelo extraño, un modelo que está lleno de maquillaje y producción de imagen, pero un modelo al fin. Ya no te dan ganas de guardar tu cartera cuando lo ves pasar a tu lado.