Kenzie Jones es una chica que se preocupó cuando le pidió a su novio que le cuidara bien al Señor Wilson, su tierno gatito adoptado.
Por alguna razón ella pensó que él no cuidaría bien a su mascota y que olvidaría alimentarla adecuadamente mientras ella se iba de viaje.
Pero lo que él acabó haciendo fue mucho más de lo que esperaba.
Para el desayuno el Señor Wilson comió ¡unos hot cakes en miniatura de lo más tierno!
Como era de esperarse el gatito devoró su platillo e incluso antes de que el novio le preparara sus hotcakes, le preguntó a su novia qué clase de chispas de chocolate le gustaban al felino.
Ella de broma le llegó a contestar que de cualquier tipo, pero luego de que un montón de veterinarios le dijeran que los gatos no comen chocolate, ella aclaró que su novio no fue tan tonto como para envenenar al Señor Wilson de esa manera.
Luego de desayunar el Señor Wilson descansó un poco y luego se puso a jugar con Huey, un perrito amistoso que no tardó en comenzar a entablar una bonita relación con el gatito.
A pesar de ser mucho más pequeño que Huey, el Señor Wilson no dudó en robarle croquetas al perrote mientras este lo observaba incrédulo y tal vez algo indignado.
Así son los gatos, Huey. Son malvados y caprichosos.
Kenzie Jones ahora puede descansar tranquila ya que su novio tiene todo bajo control y la seguridad del Señor Wilson está más que garantizada gracias a sus atenciones.
Si tuvieras un gatito adoptado bajo tu cuidado, ¿lo tratarías de esa manera o le prepararías algo mucho más elaborado como un suflé o un pastel imposible?
