Ahora resulta que las Polly Pockets valen miles de dólares

¿Se acuerdan de las Polly Pockets? Al parecer ahora valen miles de dólares… Antes de que corras a casa de tu mamá a desempolvar cajas, permíteme ser más específico. CIERTAS...

¿Se acuerdan de las Polly Pockets? Al parecer ahora valen miles de dólares…

Antes de que corras a casa de tu mamá a desempolvar cajas, permíteme ser más específico. CIERTAS Polly Pocket valen un varote en línea. Se debe, seguro, a algún coleccionador demente que se cura los traumas de la infancia gastando sumas idiotas en juguetes del pasado.

Como ñoño sotanero, créanme, lo entiendo perfectamente.

Y el resultado es que se han estado vendiendo en EBay los sets completos de Polly Pocket anteriores a 1998, cuando los empezó a hacer Mattel y perdieron su originalidad. Antes de Mattel, las muñequitas de bolsillo eran fabricadas por una compañía inglesa llamada Bluebird.

Resulta que Bluebird solo hizo 350 sets de Polly Pocket y los coleccionistas andan como locos buscándolos. Recientemente, en una subasta en línea, uno de esos sets se vendió por 10 mil dólares (o la nada chayotera suma de 200 mil pesitos).

Por supuesto, internet perdió su mierda y comenzó a especular sobre la venta de memorabilia de la Mercería del Refugio.

Pero, como les digo, queridos entusiastas del dinero fácil, si tuvieron una de esas Polly Pockets es porque, de entrada, tenían parientes bastante estrafalarios que les regalaban muñecas únicas de colección.

El verdadero boom en México de todas estas muñecas no se dio hasta que Mattel empezó a bombardear nuestros infantiles cerebros en Canal 5. Entonces, si te metiste a esta nota para saber si podías hacer varo de tu juego incompleto de Polly Pockets de Mattel supongo que ya vas a estar bastante decepcionado para este punto.

También supongo que todos debimos mantener nuestros juguetes en perfecto estado para subastarlos en el futuro. Ya saben, un pensamiento de capitalista previsor a los cinco años… Pero qué infinita hueva: no me arrepiento de arruinar mis juguetes jugando con ellos.

Chido por el loco que vendió sus Polly Pockets, a nosotros nos quedan los recuerdos. Y, aunque no puedes celebrar con unas botellas de champú mi papalord pagando con bellos recuerdos, si nos sirven para no acabar de odiar al mundo y recordar que alguna vez fuimos felices.

¿O no?