Los romances de verano suelen durar hasta el fin esta calurosa estación, sin embargo, hay quienes sí logran trascender su amor veraniego hasta el matrimonio.
Un claro ejemplo de esto son los abuelitos estadounidenses Alvin Mann, de 94 años y Gertrude Mokotoff, de 98, quienes se acaban de casar después de haber vivido un amor de verano.
Estos dos abuelitos se conocieron mientras se ejercitaban en el YMCA de Middletown, al noroeste de New York, en el verano de 2009. Alvin, quien es un ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial, en aquel tiempo tenía 86 años y dos años antes había enviudado.
Este hombre estudiaba la universidad y mantenía una constante comunicación con sus hijos, pero le sobraba tiempo, así que iba a ejercitarse al gym con regularidad.
Y fue ahí donde conoció a Gertrude, viuda desde 2002, quien en su juventud se había desempeñado como profesora de Biología y también había ejercido el cargo de concejal.
Pero no solo eso logró Gertrude en sus años mozos, pues también fue la primera alcaldesa de Middletown.
El amor floreció entre estos dos gracias a que un compañero del gimnasio los presentó. Quien tomó la iniciativa fue Alvin, que la invitó a comer a un restaurante de comida francesa. Ahí, los dos “muchachos” iniciaron una larga conversación.
Después de esa ocasión, el romance empezó a florecer entre ellos de una manera tierna y romántica. Salidas al cine, largas charlas en el café, paseos, etc.
“Fue un perfecto caballero”, declaró Gertrude al The New York Times. “Ella tenía algo que me daba ganas de seguir hablando”, dijo Alvin.
Fue tan grande su amor que despues de ocho años de noviazgo, ella se lanzó con todo y le preguntó a Alvin sí se quiera casar con ella.
“Yo le pedí que nos casáramos porque estaba cansada de perseguirlo”.
Y así, el 5 de agosto de este 2107, los abuelitos enlazaron su vida en una ceremonia donde compartieron su felicidad con sus hijos, nietos y bisnietos.
Lo que sí es que cada uno vivirá en su casa, pero eso no será impedimento para cuidarse mutuamente.
Vía: The New York Times