Aleida Núñez al parecer tuvo problemas con su expareja y sugar, muchos creían que era debido a la distancia, pero otros dicen que se trató de una perversión que este hombre tenía, lo que hartó a la actriz.
Recientemente se dio la noticia que Núñez había terminado con su empresario petrolero estadounidense y millonario, pero que además había perdido a su perrito que la acompañó por 15 años.
Entre el dolor de ambas pérdidas muchos consideraron que se trató de la distancia lo que hizo que la relación fracasara tan rápido, pero una persona cercana a Aleida habló sobre qué fue lo que pasó realmente o al menos eso dice.
La perversión del sugar de Aleida Núñez que ella no soportó
Una amiga de Aleida habló con aquella revista de chismes que siempre logra contactar a personas allegadas a los famosos y aclaró qué fue lo que sucedió entre ambos.
Y es que al parecer se trató de la afición que tiene Bubba Saulsbury lo que ya no soportó la actriz e incluso le pidió que lo dejara, pero se dice que él se negó.
“La distancia a veces les pesaba, pero hasta eso, sabían sobrellevarla. Hubo un motivo mayor peso que los llevó a terminar: la afición de Bubba por matar animales silvestres”.
Se mostraron algunas fotos de las veces que el petrolero por hobby, terminaba con la vida de animales sobre todo de depredadores, como osos y jaguares.
“Ella solo veía lo bueno porque Bubba solo le mostraba esa parte de él, aunque siendo honestos, a Aleida, sí le llegaron rumores de esta afición”, comentó la fuente cuando se le preguntó por qué se dio cuenta tan tarde Núñez de los gustos retorcidos de su ex pareja.
Según la amiga cercana, Aleida supo de este “deporte” como le llamó Saulsbury, cuando le enviaron las fotos directamente, el sujeto estaba sonriendo mientras los animalitos aparecían sin vida.
Cuando ella lo encaró le dijo que era algo que hacía desde adolescente con toda su familia, él dejó claro que no iba a terminar con su “pasatiempo” a lo que la actriz decidió mejor romper con él.
Entonces en su relación no solo era la distancia, también ese horroroso gusto por acabar con la vida de otro ser vivo, ojalá Aleida encuentre a alguien que no tenga tan deplorable afición, ¿no crees? Y sí… Qué bueno que lo dejó… ¡Adiós, popó!
Fuente: TvNotas
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