El punto G es conocido como la zona erógena de mayor placer que se encuentra en el área genital. Su nombre hace honor a Ernst Beverly Gräfenberg, ginecólogo que lo describió a mediados del sigo XX, sin embargo, fue la sexóloga Beverlu Whipple quien lo denominó así en su obra “El punto G y otros descubrimientos sobre la sexualidad humana” en el año de 1982.
En un principio, se hablaba del punto G como exclusivo de las mujeres, ubicándose casi al final de la vagina (para localizarlo hay que introducir los dedos). Se puede definir como una pequeña protuberancia ligeramente rugosa, la cual se hincha una vez que se ha llevado a cabo la excitación.
En cuanto a los hombres, su punto G se encuentra en la próstata por lo que también se le denomina punto P. La glándula prismática tiene como misión suministrar el fluido prostático o líquido seminal, el cual se mezcla con los espermatozoides provenientes de los testículos.
El punto G es una zona bastante controvertida, pues mientras algunos expertos aseguran que existe, otros dudan de que así sea. Las primeras observaciones sobre este hecho se hicieron en el año de 1940, cuando el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg comenzó con sus investigaciones.
Lo que es un hecho es que, miles de personas buscan el punto G y las posiciones sexuales perfectas y la masturbación para alcanzarlo y experimentar ese anhelado placer que los hace explotar al máximo.
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