La RAE lo ha hecho nuevamente. Después de desacreditar el uso de marcas inclusivas, tachándolas de inadmisibles porque no existen en sus compendios o repertorios, ahora ha definido el término “feminazi”… que no existe en sus compendios o repertorios.
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Pero va un poco de contexto: durante una discusión en Twitter, que es el caldo de cultivo más agresivo de la Internet después de 4chan, dos usuarios peleaban porque uno aludÃa que hay feminicidios que son celebrables.
A todo esto, la usuaria @Antifeminaziis arrobó a la RAE para hacerle una consulta, en relación a si el término “feminazi” existe o no en la Academia de la Lengua Española. La RAE, sin ningún atisbo de duda o de confusión agregó lo siguiente (aunque este no existe en sus compendios):
Más allá de las atrocidades que decÃa la usuaria denominada “PolÃticamente Incorrecta”, la acción de la RAE va más lejos de la simple definición de un término, como se hizo notar aquÃ.
¿Por qué? Simple, porque actúa como le conviene dependiendo de la consulta, no como la institución lingüistica que presume ser, sino haciendo polÃtica a través de eso.
Ahora, empecemos a hablar de algo que todos usamos y casi nunca reparamos en ello: el lenguaje. ¿A qué se dedica la RAE? A recoger las palabras que utilizamos en el español y a definirlas de acuerdo a lo que representen y signifiquen para los hablantes.
Contrario a lo que puedas pensar, la RAE no tiene ninguna autoridad sobre lo que tú hables, por eso no puede llegar a decirte que no puedes decir momo para referirte a un meme, o que no puedes escribir “khé” o “xq” para entenderte con tus amigos.
Asà mismo, tú tampoco tienes derecho sobre el habla y el lenguaje de nadie más. Asà que ya deja de joder a los que le dicen palta al aguacate, porque es válido y corresponde a su forma dialéctica del español.
¿Qué tiene que ver esto con la RAE y “feminazi”? Bueno, en esa conversación a la que fue invitada la academia española (esto quiere decir de España, no del español, amiguito) de la lengua, actúa de una forma que en la lingüistica se le llama descriptivista.
Esto no significa otra cosa que ver el lenguaje y entenderlo como una propiedad de los que lo hablan, asà que lo único que hace es reunir las definiciones y decir qué significa para todos esos.
Sin embargo, cuando la RAE es cuestionada sobre el lenguaje inclusivo (eso de ponerle ‘x’ o ‘e’ a las palabras que refieran a colectivos mixtos que estén en masculino gramatical) actúa de una forma diferente, que en lingüistica se le llama prescriptivismo, que significa decirle a todos cómo hablar, escribir y entender el lenguaje.
El prescriptivismo es una forma de convención entre grupos que llegan a acuerdos para que su código único no sea interpretado de otra forma. AsÃ, la letra “h”, especÃficamente en minúscula, en términos geométricos y de análisis fÃsico representa altura y esto no depende del idioma que se hable, es algo que es igual en México, Estados Unidos, Brasil, Alemania y donde sea.
Por eso mismo, que la RAE actúe de forma descriptiva al definir la palabra “feminazi” pero prescriptiva al discutir el lenguaje inclusivo es hipócrita y contradictorio.
Aquà no se trata de defender una ideologÃa, sino de evidenciar que esta academia actúa de acuerdo a sus propios intereses, pertenecientes a sus integrantes, como Arturo Pérez Reverte.
Ahora, casi no se piensa el lenguaje, pero en este caso, la forma de pensar la palabra “feminazi” se hace para referir, peyorativamente, a una feminista ‘radicalizada’, que ya ni siquiera es una forma descriptiva.
Al incluir la palabra “radicalizada” está emitiendo un juicio a priori (o sea, desde antes) en un término que se presume solo descriptivo.
SerÃa como si al describir gordo dijera “toda persona irresponsable que no cuida su alimentación”, solo por poner un ejemplo burdo. Pero no es el caso, en su diccionario aparece el término descrito sin ningún tipo de prejuicio u opinión implÃcita o explÃcita.
El mundo se construye de palabras, y estas son construidas por los hablantes, que no dependen de ninguna academia para hablar, porque el lenguaje nace y se desarrolla independiente de estas.
Asà mismo, el habla evolucionará sin necesidad de que la RAE intervenga y, justamente, eso es lo que debe hacer si se presume defensora del lenguaje.
Solo recuerda que la palabra “bizarro” para la RAE significa valiente y abigarrado, pero nadie la usa en ese sentido, para todos significa raro o un villano de Superman.