Quora planteó una pregunta para sus usuarios, aparentemente inofensiva: “¿Cuál es un momento de tu vida que pensaste que pudo haber salido de una película?” Pero Kevin Walsh no se aguantó las ganas y escribió una historia que ha sido leída más de 300 mil veces por este medio.
¿De qué va? Un crush de la adolescencia le llamó por teléfono segundos antes de que este chavo se suicidara. Gracias a esa plática, la chica le salvó la vida y diez años después se casaron. Wow.
Claro, la cosa es más compleja, según nos cuenta el señor Walsh.
Hace tiempo, yo tenía 13 años en un campamento de verano y la chica más linda que había visto caminó hacia mí y dijo: ‘el negro es un buen color para ti’. No sé por qué. Conversamos y nos hicimos amigos, intercambiamos nuestros usuarios de AIM (era la época) y nos mantuvimos en contacto durante un rato.
La mencionada chica se llama Blake. Kevin Walsh le perdió el rastro en los años de la prepa aunque por alguna extraña razón, nunca la borró de su mente. Durante esta época de su adolescencia, Kevin la pasó muy mal, o sea “Hannah Baker mal”, y para ya no lidiar con la depresión que lo consumía, tomó la decisión de quitarse la vida.
Pero justo cuando el chavo ya tenía escrita su nota y todo listo para realizar la acción más estúpida de todas, su teléfono sonó y era un número desconocido. A Kevin le ganó la curiosidad y contestó el teléfono. Era ella, la chica del campamento.
Le pregunté qué onda y ella dijo que sentía que tenía que llamarme. En aquel punto había transcurrido un año desde la última vez que hablamos, y en ese momento, ella tenía que llamar. Larga historia corta, ella preguntó, yo solté la sopa y ella me convenció. Quiero decir que ella literalmente dijo ‘¿Qué? No hagas eso.’ Y eso fue todo.
Kevin le prometió a Blake llamarle al día siguiente y colgaron. Diez años después, le propuso matrimonio.
En una entrevista con Buzzfeed, Kevin dijo que lo mejor que puedes hacer si andas pensando en el suicidio es platicarlo con alguien. Al decir en voz alta que deseas quitarte la vida, la idea te parecerá totalmente ridícula y ya no querrás hacerlo.
Buena lección.
