Es claro que el pozole es una de las mejores comidas que puede ofrecer México. Esa combinación de caldo, verduras y carne de puerco es, posiblemente, el mejor invento culinario de esta parte del mundo, pero muchos la juzgan como insalubre, pero acaban de demostrar que están equivocados.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, esa institución que tanto se puede amar como odiar, hemos estado bien mal informados y todo son puros cuentos chinos: el pozole no tiene muchas calorías.
En realidad, todo está bien y muy khérmoso con el pozolito, porque tiene todo lo que necesitamos a la hora de la comida para mantenernos en buena forma y con un buen consumo de nutrientes y calorías.
Eso sí, mientras el pozole, y solo eso que hay dentro del plato, es sumamente saludable, todo aquello con lo que te lo comes no lo es. Esos son los verdaderos enemigos de este festín culinario prehispánico.
La institución de seguridad social mexicana recomienda echarse una taza y media de pozo como medida recomendada (un plato mediano sin relleno) y SOLO ESO.
Si tú quieres arruinarlo y echarle todo eso que le hace daño (por alguna razón el IMSS cree que hay gente que combina el pozole con alitas) o acompañarlo con otros platillos extras, ellos ya no se hacen responsable de la gordura, porque el pozole no tuvo la culpa.
Ahora ya lo sabes, un poco de pozole cada día no te hace daño, por el contrario te hace bastante bien, siempre y cuando sepas hacerlo con toda la dignidad que merece esta belleza de alimento.