No cabe duda que beber alcohol es bien rico porque ¿qué es mejor que una caguama bien fría o una copita de vino? La cosa es que no siempre hemos creído que es muy saludable hasta ahora…
Y es que una nueva investigación realizada por 100tífikos de la Universidad de Texas, encontró que abstenerse del consumo de alcohol… aumenta el riesgo de morir, incluso si se excluye a quienes padecieron de alcoholismo.
El estudio se concentró en las personas que no beben actualmente (sin importar si en el pasado consumieron), y encontraron que su tasa de mortalidad es más alta que la de los bebedores pesados.
Y es que claro, aunque es bien sabido que con exceso el daño del acohol puede ser grave, en el “todo con medida” está la clave.
¿Cómo se define el consumo moderado de alcohol?
Bueno, para los investigadores de este estudio, el consumo moderado de alcohol es de una a tres copas por día. Así, especialmente cuando se elige vino tinto, el alcohol puede mejorar la salud del corazón, la circulación sanguínea, y la sociabilidad.
Para su estudio, los científicos examinaron a mil 824 personas de entre 55 y 65 años durante un periodo de 20 años, 63 % de ellos hombres, encontrando que las tasas de mortalidad eran más altas para aquellos que no eran bebedores actuales, seguido de quienes beben mucho, una tasa de mortalidad más baja para quienes beben moderadamente.
Así, en el periodo de 20 años que comprendió el estudio 69% de quienes se abstuvieron murieron; 60% de los bebedores más intentos murieron, pero solo 41% de los bebedores moderados murieron.
Según Charles Holahan, quien dirigió la investigación, la razón podría ser que beber es una buena forma de mantener relaciones sociales, un punto clave en el mantenimiento de la salud física y mental a medida que nos hacemos viejos.
Pero eso sí… la investigación no pudo analizar la esperanza de vida de quienes han sido abstemios de por vida, según explicó Holahan.
“(…) no pudimos examinar la abstención de por vida porque el proyecto principal del cual este estudio fue parte excluyó a los abstinentes de por vida”.
Aunque si se lo preguntan, en 2016, una revista con estudios sobre alcohol y drogas publicó una investigación que concluyó que el bajo consumo de alcohol no tiene beneficio alguno en comparación con la abstinencia de por vida, o el consumo ocasional… igual moriremos todos.
Y además, en contraste, el Conseho de Cáncer de Australia, también dice que hay muchos mitos en torno al consumo de vino diciendo que aunque se creía que este era bueno, en realidad no lo es.
“En el pasado, los investigadores creían que el vino tinto podría haber tenido beneficios para la salud de las enfermedades cardíacas, pero este no parece ser el caso”.
Y una investigación más reciente, del año pasado, encontró que tomar más de 10 bebidas por semana disminuye la esperanza de vida hasta dos años, o hasta cinco años para quienes toman más de 17 tragos en una semana.
¿Conclusión? Bebe de forma responsable porque recuerda que el alcohol se relaciona con el cáncer, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiacas, daño hepático y daños cerebrales.