Sí, lo sabemos: no hay nada más más triste que tener que pararte para irte a la chamba y arreglarte y llegar y ponerle una feliz sonrisa a todos aunque por dentro te esté llevando la ya sabes qué.
La cosa es que además de eso hay algo todavía peor y es: pararte, arreglarte y salir, teniendo que decirle adiós a perritobebé, ese suave lomito que te acompaña en la vida.
Pero… tener que decirle adiós al bebé podría terminar desde ya.
Y es que de acuerdo con un estudio realizado por investigadores acá chonchos de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, allá en los United dice que llevar al lomito bebé a la oficina es lo más positivo.
Es más, llevar al Lucho a la pega, o sea a la chamba, podría reducir tus niveles de estrés y mejorar tu productividad.
Esa fue la conclusión a la que llegaron estos estudiosos tras hacer la investigación con algunos trabajadores de una fábrica y constatar que aquellos que habían convivido con un perro, tenían menores niveles de cortisol, la llamada hormona del estrés…
Para medirlo les tomaron una muestra de babita o sea de saliva.
Y bueno, como bien sabes, tener a un lomitobebé cerca es una gran opción para estimular la producción de oxitocina, la responsable de brindarnos la sensación de bienestar.
De hecho hay empresas que permiten a sus colaboradores llevar a perritos para acompañarlos, porque se sabe que su presencia mejora la interacción entre todos y por ende, un mejor ambiente laboral.
Así que… si te sientes muy solo con tu tupper y tu cubículo noventero ¿por qué no le dices a tu jefe que te deje llevar al perro?
Y claro, otra gran opción podría ser el animalitobebé de tu oficina.
Ya sabes como un hámsterbebé, una ratabebé o hasta un erizobebé que todos se dediquen a cuidar.
¿Extrañas a tu lomo cuando te vas a la chamba?
a) Mucho, sin él me muero.
b) Sí, pero no iría con él al trabajo.
c) No tengo lomitobebé.
d) ¿También puedo llevar al gato?