Transformaron una hoja de espinaca en tejido de corazón humano

Estos científicos demuestran que tus papás no mentían cuando dijeron que los vegetales le hacían bien a tu cuerpo.

Las espinacas y el corazón del ser humano poseen un sistema vascular muy parecido, tanto, que ya se está intentando usarlas para ayudar en la regeneración de tejidos en este órgano.

Científicos del Instituto Politécnico de Worcester, Massachusetts encontraron la forma de usar espinacas para construir una especie de músculo cardíaco.En un estudio  publicado este mes por la revista Biomaterials, confirmaron que las espinacas tienen una red ramificada de venas delgadas que suministra agua y nutrientes a sus células, al analizarlas, los científicos se dieron cuenta que podían utilizar las venas de las plantas para replicar la forma en que la sangre se mueve a través del tejido humano.

Comparación de ramificaciones y estructuras de patrones de redes vasculares de mamíferos y plantas

Modificaron hojas de espinaca para eliminar sus células vegetales, y dejar una hoja “vacía”, parecida a un marco de celulosa lista para llenarlas de sangre

Después bañaron la hoja de la planta en células humanas vivas, logrando que el tejido humano creciera en las conexiones internas de la espinaca y rodeó las pequeñas venas. En pocas palabras, el descubrimiento de estos expertos es un músculo cardíaco humano hecho de espinacas, que trabaja  potencialmente,  resolviendo un problema en los esfuerzos para reparar los órganos dañados, que existía desde hace mucho tiempo

Así se ve el proceso de descelularización de una hoja, del día 0 al día 7

Esta “espinacardiaca” es una nueva forma de hacer crecer un sistema vascular, algo que ha sido un obstáculo para la ingeniería de tejidos.

Una vez que habían transformado la hoja de espinaca en una especie de mini corazón, el equipo envió fluidos y microesferas a través de sus venas para mostrar que las células sanguíneas pueden fluir a través de este sistema.

Una espinaca con transfusión de sangre

El objetivo final es poder reemplazar el tejido dañado en pacientes que han tenido ataques al corazón o que han sufrido otros problemas cardíacos que impiden que su corazón se contraiga.  Al igual que los vasos sanguíneos, las venas en las hojas modificadas distribuirán el oxígeno a toda la franja de tejido reemplazado, algo crucial en la generación de nueva materia del corazón.

Hoja descelularizada antes (A) y después de la perfusión de sangre (B)

El equipo del estudio dice que los mismos métodos podrían ser utilizados con diferentes tipos de plantas para reparar una variedad de tejidos en el cuerpo. Por ejemplo, el intercambio de las células de madera podría un día ayudar a reparar los huesos humanos.

“Adaptar las plantas que los agricultores han estado cultivando durante miles de años para su uso en la ingeniería de tejidos podría resolver una serie de problemas que limitan el campo de investigación médica” declaró Glenn Gaudette, uno de los investigadores de este proyecto.
No cabe duda que el descubrimiento de Joshua Gershlak y Glenn Gaudette es un gran paso para la ingeniería de tejidos y el mundo dela medicina en general, pues  sin esa red vascular, se obtiene una gran cantidad de muerte en los tejidos.

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