No es magia ni es una forma para que mientas sobre paternidad. Es una realidad: según la ciencia y el estudio de la telegonía, tus futuros hijos podrían parecerse a tus exparejas por alguna extraña cosa biológica que ya te explicaremos.
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Según esta forma de estudio, descubierta hace más de 200 años, existe una probabilidad alta de que los bebés tengan parte del material genético de las personas con las que has cochado a lo largo de tu vida porque… porque el cuerpo es cruel y se aferra más al pasado que tú.
¿Por qué? Simple, porque tu cuerpo absorbe todo lo que le metes (no es un chiste ni un albur) y entre ello están los espermatozoides que no fecundan o que se consideran infértiles.
Estos se internan en las paredes del útero o del cuello uterino y modifican la composición genética de todo el aparato reproductor femenino, que hará finalmente que el material genético que existe en los óvulos sea similar a los de… sí, exactamente: tus ex.
Por supuesto, esto solo funciona si tuviste relaciones sexuales sin uso de condón y tu pareja eyaculó dentro de ti y, además, no está probado del todo. De manera real, se ha comprado ser realidad en algunas cepas de caballo y en moscas.
En humano es un tanto improbable que suceda, porque la cantidad de parejas sexuales que se tiene en la vida humana no son tantas como en las de otras especies de mamíferos, además de que los métodos anticonceptivos ayudan a que esto no sea así.
Así que ahí lo tienes, esta es otra gran y buena razón para no dejar de tener El Delicioso con métodos anticonceptivos como el condón.
Con información de CC
