No todos son mexicanos. De hecho, los equipos españoles, japoneses, israelíes, guatemaltecos y venezolanos que vinieron a ayudarnos también han traído a sus perros de rescate para solidarizarse con los voluntarios que llevan más de 80 horas trabajando.
Todos los perros trabajan sin descanso, arriesgando sus vidas, para rescatar personas de los escombros que quedaron de los edificios que se vieron dañados en el sismo del pasado martes.
Con su privilegiado sentido del olfato, los perros pueden detectar señales de vida y descubrir la ubicación de la gente que quedó atrapada al interior de los escombros.
La mayoría de estos héroes de cuatro patas pertenecen a las razas pastor alemán, labrador y pastor belga, pero también hay perros criollos que llevan horas trabajando para salvar vidas.
La labor de estos animales ha inspirado a miles de mexicanos, quienes hoy más que nunca, necesitan un símbolo de esperanza para seguir adelante.
Cada minuto de trabajo de estos perritos, es una oportunidad de sacar a alguien más con vida de los escombros.
Sin descanso, estos héroes buscan sobrevivientes.
La labor de estos animales ha sido invaluable para rescatar, no solo personas, sino también a sus mascotas.
Los guatemaltecos también enviaron a su equipo canino de rescate.
Los israelíes también trabajan con perros para alcanzar lugares estrechos y detectar señales de vida.
Cada perro ha sido entrenado desde cachorro para encontrar drogas, personas o cadáveres. Todos deben ser extremadamente sociales y confiar plenamente en sus compañeros, con quienes comparten un lazo especial.
El agradecimiento que sentimos los mexicanos por estos héroes de cuatro patas es difícil de expresar con palabras, pero gran parte de la fuerza para seguir adelante y dar la cara ante las adversidades, es la valentía que estos animales han demostrado a lo largo de los últimos días.
El trabajo aún no acaba, y aunque estén cansados, los binomios caninos continuarán arriesgando su vida por perseguir la más mínima esperanza de rescatar a alguien más de los escombros.