Fueron los documentos que desclasificó la CIA los que nos mostraron una realidad espantosa: los presidentes mexicanos habían trabajado para un gobierno extranjero.
Los tres ¿traidores? son: Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
Hay que recordar (aunque no tiene nada que ver con el tema) que tanto el gobierno de Ordaz como el de Echeverría fueron protagonistas de dos matanzas terribles que aún pesan y duelen a la sociedad mexicana: la Matanza del 2 de Octubre y la Matanza del Jueves de Corpus.
Los tres presidentes eran parte de la red de espionaje establecida por Estados Unidos en la Ciudad de México y contaban con nombres clave a través de los que eran identificados por al CIA: López Mateos era LITENSOR, Ordaz era LITEMPO-2 y Echeverría era LITEMPO-8.
Según el juez federal estadounidense John R. Tunheim, titular del Panel de Revisión de los Acrhivos sobre el Asesinato de Kennedy (documentos en los que venía esta información):
“Publicar cómo un gobierno extranjero comparte inteligencia con la CIA puede ser controvertido, y creo que eso les preocupaba, porque el partido político que estaba en el poder en México en los años 1990 era el mismo que había estado en el poder en los 60”
Según el periodista Jefferson Morley, autor del libro Nuestro hombre en México: Winston Scott y la historia oculta de la CIA:
“[tres presidente mexicanos] recibían dinero de Winston Scott, como parte de la operación LITEMPO. Más aún, el jefe de la estación de la CIA en México, entre 1956 y 1969, mantuvo una estrecha amistad con el primer círculo de poder en el país”
¿Cómo ven?