¿A qué suena el chocolate? Sabemos a qué sabe, qué textura tiene, qué tipos hay, pero hasta ahora, no sabíamos que sonaba.
Toda nuestra vida moderna está inevitablemente rodeada de tecnología. Teléfonos, relojes y hasta refrigeradores inteligentes nos demuestran que la tendencia es que cada vez estemos más “conectados”.
Por suerte, hay un pequeño paraíso donde las cosas están lejos de las garras de la internet… o por lo menos estaban. Una estudiante de diseño llamada Erika Marthins está explorando las posibilidades de incluir tecnología en la comida.
Un chocolate que suena, una gelatina que se mueve sola y una paleta con mensajes ocultos, son sus primeros intentos de modificar el arte culinario.
Este es el postre animado:
Esta paleta contiene un mensaje secreto:
Y por supuesto, el vinilo de chocolate:
http://www.giphy.com/gifs/xUOxfnjP4AhG82MWTC
El proyecto se llama “Déguster l’augmenté” o “Disfruta el aumento”, que, suponemos, tiene que ver con la experiencia extra que recibes con estos alimentos. El objetivo, dice, es “explorar el potencial que la integración de datos puede tener en la comida”.
Gracias a sus conocimientos de ingeniería y robótica, junto con la sabiduría de los conocedores de la cocina, Erika ha logrado resultados increíbles, y quién sabe, a lo mejor en un futuro las críticas de restaurantes digan algo como “Sabe rico, pero a la cuarta canción te aburre”.
