Deja el microondas, asà es como se debe recalentar la pizza para que quede (casi) tan sabrosa como cuando acababas de recibirla.
Primero que nada, debemos advertirte: la pizza alcanza el cénit de su sabor quesoso al instante en que sale del honor (de piedra, de preferencia), pero una vez que entra en una mezquina caja de cartón y llega a tu casa, su potencial culinario comienza a marchitarse, a decrecer.
Lamentamos decirte que la gloria de la pizza no vuelve y menos si llegó a sobrar y la tuviste que meter al refri (o la olvidaste en su caja, sobre tu comedor), asà que no importa qué hagas, a menos que seas el Dr. Manhattan y puedas reacomodar sus moléculas para que vuelva a ser lo que fue cuando salió del horno, TU PIZZA RECALENTADA NUNCA SABRà TAN BUENA COMO CUANDO LA RECIBISTE EN TUS MANOS.
Lo que sà puedes hacer, sin embargo, es NO arruinarla al momento de recalentarla, y acercarla (un poco) al status que tuvo cuando la prepararon.
Estás advertido
Luego de siglos de investigación, los eruditos descubrieron que meter la pizza del dÃa anterior al microondas, es algo que NUNCA DEBES HACER.
Al contrario, recalienta la pizza en una sartén a fuego mediano-bajo por dos minutos o hasta que el fondo quede crujiente y delicioso.
Luego, baja la flama y coloca un poco de agua en la sartén, pero lejos de la pizza; luego tápala y mantenla a fuego lento por un minuto.
Lo que se busca aquà es crear un vapor que recalentará el queso y los ingredientes de arriba para devolverles un poco de la gloria perdida.
Con esto logras la combinación perfecta de una pizza recalentada: fondo crujiente, orilla húmeda e ingredientes derretidos y calentitos (sin deshidratar).
De nada…