Tú y yo sabemos que el baño es uno de los lugares que más disfrutamos de las oficinas: ahí lloramos, echamos la calabaza y perdemos tiempo sin que nadie nos juzgue… pero el Capitalismo quiere que eso cambie con este retrete incómodo.
Es un hechizo simple pero poderoso, según el creador de esta horripilante cosa, que al cambiar la forma de cómo está acomodado el asiento del retrete, quiere que no ocupes más de cinco minutos al ir a echar al topo en remolino.
Por supuesto, esto le encanta a tu jefe que te ve mal si te levantas tantito de tu silla o que no quiere que tengas amigos o que tengas vida, básicamente, si no es para servirle.
Según las empresas que ya lo han probado, esto hizo que los empleado tuvieran un incremento de productividad del 13% en sus tareas cotidianas, lo cual… da miedo.
Porque, de esa forma, arruinarle a todos la experiencia de echarse una caquita, justa y necesaria, es lo suficientemente importante para ganar 13% de productividad en el mejor de los casos.
El creador de este invento asegura que esto lo hizo después de ver que mucha gente salía del baño con sus teléfonos, cuando claramente no pueden tener tiempo libre porque el diosito capitalista los castiga.
https://www.youtube.com/watch?v=t4dQGVU7-No
Bueno, eso y también que pasar mucho tiempo sentado clonándote puede causar problemas circulatorios, entre ellos la aparición de hemorroides, pero para él lo importante es que los trabajadores no pierdan tiempo evitando sus responsabilidades.
Con esto, entramos al terror de ciencia ficción en el que echarse un cake a gusto ya ni siquiera es posible, porque hay alguien que te está juzgando por no trabajar y sufrir, pero esta vez no el don de la cruz, sino el don que te paga miserias por hacer lo que lo volvió millonario.
Con información de BBC