Tenemos que hablar del cuento “Lucy y el Monstruo” que aterró a una madre mexicana

Tenemos que hablar del cuento “Lucy y el Monstruo” que aterró a una madre mexicana que lo relacionó con abuso sexual contra niños.

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Algo muy peliagudo está pasando entre algunas madres mexicanas que, horrorizadas, acaban de organizar todo un desmán porque creen que un cuento incluido dentro de un libro de texto gratuito de la SEP, habla de pederastía.

Se trata de “Lucy y el Monstruo”, un cuento epistolar que incluye dos versiones: una carta escrita por Lucy hacia la criatura infernal que la acecha todas las noches y la misiva que esta escribió a una Lucy ya muerta.

El cuento, escrito Ricardo Bernal, viene en el libro de lecturas del quinto año de primaria, justo en la página 60.

Alarmadas, algunas madres acudieron a las redes sociales (muchas ya son millennials y saben usar Twitter) para quejarse de lo horrible del cuento, ya que consideran que su contenido no es apto para un niño de primaria, y más porque, según ellas, habla de pederastía.

La cosa se intensificó cuando el mismo Ricardo Bernal usó Facebook para aclarar toda la onda, indicando que el cuento fue redactado en la década de los noventa y que de ninguna manera trata sobre abuso sexual contra niñas o niños.

Bernal incluso asegura que no es su cuento favorito y que, de hecho, nunca fue pensado para niños, sino para sus compañeros universitarios.

En fin, la publicación es algo larga y si quieres echarle un ojo, te la ponemos acá.

El tema es que algunas personas aseguran que el cuento de “Lucy y el Monstruo” lleva en los libros de texto gratuitos desde 2014 y que es lamentable que los padres “apenas se hayan dado cuenta de su existencia”.

Ahora, es respetable que la primera quejosa sintiera que sus preciosos bebés de 11 años de edad pudieran sentirse “aterrados” por el cuento en que un demonio anarcosatánico se come a una niñita que decidió enfrentarlo, pero algunas personas acudieron a Twitter para confrontarla (con burlas, claro).

Algunas personas habrán leído El Principito a los 11, o las Batallas en el Desierto. Tal vez algunos tuvieron su despertar literario con Frankenstein o los libros de H.P. Lovecraft, pero para esta señora, sus tesoritos NO están en edad de leer nada “feo”.