Por supuesto que no podemos tener nada bonito porque termina echado a perder. Después de la hermosa manteconcha una ola de conchas mutantes comenzó a atacar el mundo y ahora llegó ya el Apocalipsis: inventaron la Guajoloconcha.
Todo empezó como una simple idea, una petición inocente que, por supuesto, se antojaba imposible.
Otros creyeron que era una necesidad de los chilangos hacer lo que siempre hacemos: meter todo en un bolillo. Por supuesto, no tuvieron que haber dicho nunca nada. Ya saben cómo somos y todavÃa nos invitan.
El primer experimento fue asà de terrible, pero por supuesto que esto terminó mejorándose para el bien de la humanidad, pero nuestro fin ya estaba sellado por su mera invención (¿ya vieron ese HERMOSO esmalte color papel de estraza?)
Hay que tener cuidado con lo que se pide. Este pobre sujeto parecÃa que estaba jugando y, ¡oh sorpresa!, QUEDÓ COMO ESTÚPIDA.
Ahora solo nos queda aprovechar esto y esperar que ningún dios venga a cobrarnos por mezclar dos de las mejores del mundo: las conchas y los tamales.
¿CÓMO QUE HAY DONA EN NOGADA? De acuerdo, párenle a su desmadrito, la comida ya sufrió demasiado y no tiene la culpa de ninguno de nuestros pecados, y estos no se curan crucificando un panadero o arrepintiéndose antes de morir.
El monstruo final, el Godzilla de las conchas, tiene esta forma. Esta es la forma de tus pesadillas y de tus ganas de comer algo puerco y delicioso, pero pecaminoso y herético.
Lo que sà hay que destacar es que la concha es el nuevo bolillo. Los chilangos hemos hecho de dos panes el recipiente de todo. ¿El universo tiene forma de bolillo o de concha?
Ojalá no te arrepientas de pedirla. Además de andar jugando con el equilibrio universal, eso puede tener consecuencias igual de graves que las de una guajolota convencional, pero con el agregado de el tapón de arterias de la concha.