Quizá no lo hayan notado pero el Mundial de fútbol 2018 comenzó hace unos días, desde hace semanas los extranjeros han llegado a Rusia para ver jugar a sus selecciones pero se han encontrado con un”shock” cultural (que era de imaginarse) los rusos no sonríen y hacerlo podría meterlo en problemas.
Para los latinos es una gran sorpresa porque somos bastante cálidos, la seriedad rusa provoca una sensación de frialdad y antipatía, pero la realidad es que para los rusos sonreír a los extraños no es parte de su cultura. De hecho, para lograr que los turistas se sintieran bienvenidos, los trabajadores rusos tuvieron que ser entrenados para sonreír (así es, leíste bien…entrenados para sonreír y Anaya les dio clases).
En Rusia hay un refrán que dice: «sonreír sin razón es señal de estupidez». No es solo un dicho, es lo que creen. Un joven ruso explicó:
“En Rusia no sonreímos a los extraños», explicó, «cuando ves a tu familia o a tus amigos, ahí es cuando sonríes. No lo haces con nadie más además de ellos». La sonrisa es parte de la intimidad y solo se hace con las personas que más quieres, pero los que la muestran a extraños son sospechosos.
Básicamente porque las sonrisas son señales de confianza y certidumbre, y en países como Rusia Hay una relación muy fuerte entre qué tan impredecible es una sociedad y la probabilidad de que consideren a la sonrisa como algo poco inteligente.
Entonces amigos mexicanos que están en Rusa, ahora sabrán que sí no les sonríen.