La actriz Marjorie de Sousa lleva un año de batallas legales con Julián Gil y para ponerle fin a esos tortuosos doce meses de lÃos personales, decidió hacerle caso y realizar una prueba de ADN para confirmar si su hijo MatÃas es también de su expareja.
Luego de tener que verse las caras en un tribunal de la Ciudad de México, Marjorie aceptó ir al Instituto de Ciencias Forenses para descubrir de una vez por todas si Gil tiene responsabilidades legales sobre el pequeño o no.
La perito en genética Mariana RuÃz fue la encargada de llevar a cabo el proceso.
Por su parte Gil, dijo sentirse muy satisfecho con la decisión de Marjorie de Sousa de practicar por fin la prueba de ADN y aclaró que su intención nunca ha sido la de quitarle a MatÃas, el pequeño en cuestión, su apellido.
En un tuit, el actor agradeció a la prensa respetar su silencio respecto a la decisión de su exesposa para procurar el bien de su hijo MatÃas y el resto de su familia.
Gracias a la prensa por respetar mi espacio y mi silencio. Gracias a Dios pudimos hablar en persona @marjodsousa y yo por el bien de nuestro hijo MatÃas y el nuestro. Esperamos pronto terminar con esto â¤ï¸
— julian GIL (@juliangil) January 4, 2018
Gil dijo que la prueba de ADN fue una solicitud que le hizo a de Sousa hace varios meses, pero que por razones que desconoce, hasta ahora se dignó a hacerle caso.
De acuerdo a distintas fuentes, luego de practicarse el análisis, Gil y Marjorie de Sousa charlaron alrededor de diez minutos en un pasillo del tribunal, asà que parece que las cosas NO están tan mal entre ellos como se creÃa
Uf, nos tenÃan con el Jesús en la boca, en serio…
Una vez que lleguen los resultados del examen, la esposa los compartirá con el juez que lleva su caso para saber qué procederÃa en caso de que Gil sà sea (o no) el padre de MatÃas quien, por cierto, “ya tiene un dientito”, según declaró su madre cuando llegó al tribunal.
El mundo tendrá que contener la respiración durante diez largos dÃas, tiempo en el cual estarán listos los resultados de la prueba de ADN.
