El dato de que Donald Trump haga el ridículo frente a las cámaras no es nada nuevo. Lo que sí podemos explotar, empero, es el potencial de dicho acto para transformarse en meme.
Analicemos lo que ocurrió esta semana durante un discurso televisado, cuando el duende naranja se interrumpió a sí mismo para tomar agua. Nada del otro mundo, pensará usted, brillante lector. Después de todo, cualquier ser humano tiene derecho a tomar agua si está sediento, incluso una masa de plastilina carente de emociones como Trump.
Pero le ruego una vez más que vea el contexto. Todo suyo, señora Maerker.
Seeeeeh… desde su manera tan peculiar para agarrar una botella de agua como Tiranosaurio Rex hasta el puchero que hace para acomodar sus labios entre el orificio por el cual brota el líquido, sin clavarnos ya en el hecho de preferir agua importada premium durante un discurso sobre políticas laborales…
No hay detalle en este escena que no sea irremisiblemente extraña. Por lo tanto, su potencial memerrífico se mide por galones.
https://twitter.com/SwampyTrump/status/931641078238679046
¿Saben qué amigos? Tenemos en nuestras manos una ¡GUERRA DE PHOTOSHOPS!
Disfrute usted:
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