¿Realmente la primera dama de Japón fingió no hablar inglés para ignorar a Trump?

"Iie, no spik inglish"

Recientemente se publicó una entrevista que Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, tuvo con reporteros de la New York Times. En la entrevista, Trump habló de Rusia, la investigación en su contra, su nueva reforma de salud y como estuvo sentado durante casi dos horas junto a Akie Abe, primera dama de Japón, en la cena de la G20 y ella no le dirigió la palabra porque no hablaba nada de inglés. Auch.

 

Se vale sobarse…

Naturalmente, la entrevista fue objetivo del escrutinio público (porque parece que Trump es un barco que está pidiendo a gritos ser hundido) y a varias personas les llamó la atención la declaración sobre la primera dama nipona. ¿Por qué llamó la atención? Porque parece que la primera dama realmente fingió demencia para poder ignorar a Trump a gusto.

https://twitter.com/samthielman/status/887987198146097152

 

“No English…”

Los tuiteros, siempre prestos, encontraron un video donde la primera dama daba un discurso de 15 minutos en inglés. Juxtapusieron el extracto de la entrevista junto al video, sumaron el pasado profesional de Abe en la empresa más grande de publicidad, y la conclusión parecía obvia: Madame Akie Abe es una rifada, la reina del snub, un modelo a seguir y c mamut.

 

Sin embargo, por más que nos gustaría declarar a Akie Abe como parte del panteón de primeras damas que se la aplican bien sabroso a Trump, parece ser que efectivamente no es muy fluida en inglés.

 

No hay lengua como la materna

En el video de arriba, la primera dama está leyendo todo su discurso y su inglés, aunque entendible, tampoco es peculiarmente fluido. Evidentemente es falso que la primera dama de Japón hable cero inglés (como declaró Trump, plausiblemente exagerando), pero históricamente siempre ha sido acompañada por interpretes y traductores en sus actos oficiales en Estados Unidos.

 

La BBC también se unió a la discusión sobre la competencia angloparlante de Akie Abe y recordó que la primera dama les pidió, como condición para ser entrevistada, que la conversación estuviera en japonés.

 

Aunque como primera dama no tiene –oficialmente– potestades políticas, su posición requiere de inteligencia diplomática y política (rubro donde está cojeando por un reciente escándalo de posible corrupción, relacionado con guarderías ultranacionalistas). Quizá su nivel de inglés no le da la seguridad para mantener una conversación sin arriesgarse a ser mal interpretada. Agréguenle que una parte fundamental del idioma japonés es el correcto uso del lenguaje honorífico (respetuoso), y es más que comprensible que la primera dama sea aprehensiva a la hora de expresarse en una lengua extranjera.

 

Sea como sea, quizá Akie Abe no sea tan fluida en inglés, pero eso no excluye la posibilidad de que Trump le de tremenda hueva. Así que ustedes saquen sus conjeturas.

 

 

 

Vía The Washington Post