El 24 de septiembre de 1991 llegó al mercado el Nevermind de Nirvana, uno de los discos más importantes en la historia de la música. A 29 años de su lanzamiento, los fanáticos del rock en general siguen recordando con un cariño especial las canciones del segundo álbum de la banda.
El disco de Nirvana llamó la atención desde el principio, no solo por sus canciones, sino por una peculiar portada con un bebé sumergido en el agua mientras persigue un billete. Nevermind logró el éxito inmediato, logrando desplazar del primer puesto al Dangerous de Michael Jackson.
Después de lanzar Bleach en 1989, Nirvana se hizo de un nombre dentro de la escena under con algunas giras por Estados Unidos y Europa. Tres años después, el Nevermind catapultó a la banda a niveles que jamás imaginaron, y en gran parte se debió a “Smells Like Teen Spirit”.
Después de años de tocar en lugares pequeños, Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic experimentaron el éxito de la noche a la mañana. El álbum fue producido por Butch Vig bajo el sello DGD-David Geffen Records, la compañía disquera que atravesaba por días complicados por bajas ventas.
El segundo álbum de Nirvana abrió paso a nuevas bandas dentro de la escena del rock alternativo y de inmediato se colocó como uno de los más importantes de los 90. Casi tres décadas después, es uno de los discos más exitosos con más de 30 millones de copias vendidas.
Según la revista Rolling Stone, el disco que originalmente se llamaría “Sheep“, es considerado el sexto mejor álbum en la historia de la música. Ya no hay mucho para comentar, el Nevermind se encargó de entrar en razón a aquellos que no creían en los niveles que alcanzaría Nirvana.
Fuente: Rolling Stone