Trudeau ya se fue y nos dejó suspiros, memes y al presidente con el corazón roto

¡Ahhhh, quién fuera verde celeste para vivir en los ojos del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau! Quizá su visita a México fue rápida, quizá fue superficial, quizá valió solo...

¡Ahhhh, quién fuera verde celeste para vivir en los ojos del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau! Quizá su visita a México fue rápida, quizá fue superficial, quizá valió solo para tomarse fotos, cenar gratis y citar al Benemérito, pero qué bonitos recuerdos nos dejó. *suspira tercermundistamente*

De una forma y otra, el efecto Trudeau nos poseyó a todos (algunos más que a otros). Pero, ¿qué es el efecto Trudeau?

¿Se acuerdan cuando llenábamos nuestras libretas de corazoncitos (y sueños y esperanzas) cada que nuestro crush nos dirigía la palabra (aunque fuera por error)? Pues así andan varios y varias, pero quien definitivamente recibió el trato premium por parte del joven primer ministro fue nuestro mismísimo líder supremo, Enrique Peña Nieto.

https://twitter.com/deliriantemania/status/918900095722098688

Pasearon, conversaron, cenar juntos, escucharon sus discursos el uno del otro y en fin, se tomaron la foto… ¡ah! seguro fue una velada mágica de ensueño.

Nosotros, su fiel pueblo, no pudimos dejar pasar la química entre nuestro guapo líder y Trudeau, y como los zorritos celosos los súbditos agradecidos que somos, decidnos hacerles mil y un tributos. Ojo: no les vamos a poner los mil y un tributos porque el Internet en México no está para tanto meme, pero le mandamos un saludos al tuitero Vampipe, por tener la maravillosa idea de iniciar esta ola de amor homoerótico del bueno.

Así celebramos los mexicanos las relaciones México-Canadá

https://twitter.com/danny_darker69/status/918918818562392064

Afortunadamente, no todo fue testosterona restregándose y autoafirmándose mutuamente. La visita de Trudeau también propició un momento de sororidad (tan necesaria hoy en día) entre las primeras damas Angélica Rivera y Sophie Grégoire Trudeau.

Sin embargo, no todo fue amor y disfraces sincronizados. Como buen apéndice de la Internet (a.k.a. la máquina del odio), Twitter también se llenó de mensajes críticos. Qué le vamos a hacer… hater gonna hate.

No nos toca a nosotros decirle a los haters que son unos mala onda, pero sí les advertimos que no se hagan enemigos de los amigos del Sr. presidente, porque no saben qué poderes hay detrás protegiéndolos.