Un niño en Barcelona se convirtió en el héroe de sus compañeritos, cuando llegó felizmente a la escuela a repartir billetes a sus amiguitos, y seguramente le tocaron a todos, pues el morrito llevaba nada más, la humilde cantidad de 10,000 euros.
Obviamente este dinero no eran los ahorros de toda la vida del niño, si no que eran los ahorros de su abuela que estaba juntando para comprar un nuevo sanitario.
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En cuanto los papás se dieron cuenta que todo ese dinero había desaparecido de casa y antes de que a la abuelita le diera el soponcio, se pusieron en contacto con la escuela para avisar de la situación, además de llamar a las familias del resto de alumnos para recuperar el dinero “regalado”.
Los motivos por los que este dadivoso niño decidió tomar esos fajos de billetes de 100 euros, y llevarlos a la escuela para hacer feliz a sus amiguitos aún se desconocen
Los padres también comentaron que el difícil proceso de devolución del dinero aún no ha concluido, pero ya no harán más declaraciones públicas sobre este tema porque afectan directamente a un menor.
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Esta noticia nos provoca sentimientos encontrados, primero risa y orgullo, porque qué chingón que un morrito sea tan compartido y valemadres con los ahorros de su familia, después sorpresa porque, ¿qué clase de excusado podría costar más de 10,000 euros? ¿va a ser de oro e incrustación de diamantes o qué? y por último, una combinación de ansiedad al pensar en el desmadre que será recuperar de nuevo todo el dinero y algo de temor ajeno porque tal vez ellos no lo tengan presente, pero a nosotros nos enseñaron desde pequeños que “el que da y quita, con el diablo se desquita”, y tal vez los papás no estén pensando en eso, y ojalá que ese diablo no tome venganza contra el niño en un futuro, pues él sólo quería hacer el bien, sin mirar a quién.
Vía: abc.es
