No podemos negar que el ramen y la cerveza son dos manjares modernos dignos de todo reconocimiento. Sin embargo, parece que una combinación culinaria entre estos dos no es precisamente lo que el mundo necesita… pero ya existe.
Al parecer, la cocina fusión, que no es otra cosa más que la forma ligera de decirle a la cruel experimentación con comida, está muy de moda últimamente. Ya vimos cómo en México se experimentó hasta el cansancio con las conchas y en Estados Unidos combinaron genéticamente a los dioses de la comida rápida.
Pues alguien más quiere jugarle al vergas con su ingenio y acaba de inventar un mutante que no solo pide clemencia, sino que parece no haber querido nacer jamás. Sí, estamos hablando de ese híbrido que les adelantamos: el cerverramen (¿o será el ramenveza?).
Básicamente es una cerveza a la que le ponen pasta precocida. No parece tener un gran atractivo salvo que es asquerosa y combina dos cosa que amamos para un resultado un poco desgraciado.
Pero pensemos un poco. ¿Realmente puede ser tan terrible la ramenveza, cerverramen? Claro que sí, no solo la cerveza perdería sus tonalidades de sabor ante la pasta, que es harina horneada o frita, sino también la pasta se haría chiclosa, abundantemente aguada y… estaría arruinada.
No toda combinación de dos cosas grandiosas es buena. Piensa en tu ex, los dos eran geniales y no resultó. Bueno, en realidad solo tú eras genial, tu ex es una mierda. En fin, piensa en el crossover de Los Simpson y Padre de Familia, sinceramente fue bastante malo.
Afortunadamente esta modita rara de aberración mutante no ha llegado a México, por ahora solo está disponible en los restaurantes nocturnos y de porquerías de Vancouver, Canadá, pero tenermos que estar atentos por si alguien quiere combinar taquitos de pastor y pulque de apio.