No cabe duda que la tenacidad y ganas de vivir son una de las características más grandes de los animalitos bebé. La cosa es que por sorprendente que parezca hay animales que van más allá y logran sobrevivir de todo como este loro cuyo nombre es mera coincidencia.
Y es que este loro llamado Freddy Krueger es la prueba de que si se quiere se puede…
Resulta que allá por 2015 Freddy entró a la unidad de tratamiento del zoológico Cascavel de Paraná, allá en Brasil para recuperarse de un disparo. Como consecuencia de la bala, Freddy perdió parte del pico y quedó ciego del ojo derecho.
Dando lugar al aspecto actual de Freddy:
Estando ahí Freddy se ganó el nombre del famoso asesino de la calle Elm por su aspecto tétrico, pero las tragedias apenas estaban por empezar.
Dentro del zoológico, a Freddy lo mordió una serpiente, lo que casi le llevó a perder una pata y a desangrarse. No obstante, resistió, sobrevivió y conservó la patita.
Así que por obvias razones era de esperarse que Freddy no fuera el pajarito más amable y mancito. Según su cuidador Ilair Dettoni, Freddy era medio salvaje e incluso intentó matar a compañeros de jaula.
Sin embargo, parece ser que su agresividad fue la que lo salvó de su última tragedia:
El pasado 13 de abril Freddy fue secuestrado por el narco para venderlo en el tráfico de animales. Por fortuna, el negocio no les salió porque tres días después del secuestro, un trabajador del zoo lo encontró cerca de su jaula…
AHÍ ESTABA VIVO Y COLEANDO:
La policía consideró que Freddy fue liberado por sus captores debido a su aspecto demacrado, y que el loro, supo volver a casa. De hecho, su cuidador explicó lo que cree que realmente pasó:
“Freddy puede ser reconocido fácilmente. Así que viendo que era difícil de vender, se deshicieron de él. Y no me extraña nada, porque es muy agresivo y hace unos meses estuvo a punto de matar a un compañero de jaula. Seguro que se lo puso difícil a los secuestradores”.
Además se cree que que Freddy no lo puso fácil y que le dio batalla a los secuestradores pues los policías encontraron rastros de sangre humana cerca de la jaula donde había sido sustraído.
“Es un ave loca y nadie se mete con él, como los ladrones pudieron darse cuenta”, contó su cuidador.
Así que… ¿Cómo ven a este lorito? ¡Tremendo!
