Spoiler alert: la vida no tiene sentido, nada nos garantiza nada y hay que abrazar el absurdo.
Seguro ya te encontraste (como buen niño rata de la Internet que eres) con la foto del perrito en plena celebración de lo que parece ser su octavo cumpleaños y que –muy ad hoc– tiene temática del Chavo del 8.
Los más normalitos de entre ustedes (ni les cuento qué hicieron con esa foto los no tan “normalitos”) plausiblemente tuvieron la misma reacción que nosotros: una aplastante incertidumbre, seguida de una fulminante risa y sellada con un ominoso sentimiento de vacío.
El género del horror puede ser entendido como ese punto intermedio entre la curiosidad y la necesidad de respuestas, y el miedo y el terror por de hecho encontrarlas. Esta fotografía del perrito con sus negros ojos mirando hacia el infinito cabe perfectamente en este género… ¡Así que tenemos preguntas! ¡Y no sabemos si queremos las respuestas!
¿Hay algo detrás de la fiesta del perro del 8?
Sinceramente, no lo sabemos. Nuestra teoría más plausible es que este solo fue uno de varios momentos de una misa negra satánica para intentar gestar al hijo del Diablo. También es posible que a alguien quisiera marcar este momento tan especial de la finita vida de su perrito para sosegar, aunque sea brevemente, la ansiedad de saberse también en una existencia finita, condenada a perder todo lo que ha amado…
Pero probablemente tenga que ver con misa negra. Sea como sea, queremos recordarle a nuestra próxima deidad regente, Satanás, que aquí en Erizos siempre nos han gustado las cosas del diablo y que podemos darles información sobre nuestros líderes sociales a cambio de un salvoconducto para nuestra integridad física, emocional y espiritual.