En nuestro país hay muchas personas que por alguna razón, se creen superiores a los demás, y basan su juicio en detalles tan básicos y sin sentido como la forma de vestir, el color de piel, la forma en la que hablan, o su apariencia física, y esto se ha vuelto un verdadero problema y lamentablemente, crece cada vez más.
En los últimos meses, hemos sido testigos de casos de discriminación social causadas por la intolerancia de las personas hacia otras por cuestiones de raza, religión, género, orientación sexual, o situación socioeconómica y es realmente triste y decepcionante ver que hay mucha gente que ve estas situaciones como algo cotidiano, y eso no está bien.
Uno de los casos más recientes de discriminación en un lugar publico, para ser específicos, en un restaurante, es el que sucedió en la sucursal de Central de Pizzas en la colonia Roma, en donde por razones desconocidas, no permitieron la entrada a una chica, argumentando que era una orden directamente “de arriba”, cuando en realidad no había alguna razón para prohibir a los comensales entrar al lugar, pues eran consumidores como cualquier otra persona, al igual que todos los clientes que estaban ahí, iban a pagar por sus bebidas y alimentos, pero aún así, no los dejaron pasar.
¿A ti te gustaría que no te dejaran entrar a un restaurante así nada más porque, fue una orden del jefe? ¿Sin razón o justificación alguna? Pues no, a nadie.
Es por eso que los Mensajeros Urbanos se dieron a la tarea de hacer un experimento social en la CDMX, para comprobar qué tan fuerte y constantes eran los casos de discriminación social en algunas zonas “nice” de la ciudad, que son los lugares en donde se dan con más frecuencia esta clase de actitudes donde, depende de cómo te veas, lo que traigas puesto y qué tanto pese tu cartera, es como la gente te trata.
Para este experimento, harán cinco capítulos donde se van a varios lugares como centros comerciales, bares, y antros para poner a prueba al ciudadano mexicano y ver qué tal reacciona al ver a Reyes, un actor caracterizado como una persona de apariencia humilde, entrar en estos negocios y checar el trato que recibía.
Uno de estos episodios se dio en uno de los restaurantes más exclusivos y caros de la ciudad, o al menos así lo describe Reyes, en donde para sorpresa de muchos, el gerente fue quien atendió personalmente a Reyes, quien antes de entrar se acercó a preguntar si había algún problema si quería ingresar y consumir algo, pues en otros lugares sucede que les prohiben la entrada a las personas por cómo se ven, sin saber realmente qué van a consumir o por qué decidieron acercarse a ese lugar.
El gerente del restaurante fue todo un caballero e hizo enorgullecernos como mexicanos, pues además de tratarlo correctamente, sin ningún juicio previo, le dijo cosas como
“No te preocupes, estás en tu casa, ¿en qué te puedo servir?”, “Que no te de pena, si somos paisanos” “No pasa nada, estamos entre amigos” “Pena es robar, matar o hacer daño a alguien, engañar, mentir, eso es pena. Usted no hace nada de eso, somos iguales todos”
Este experimento fue un gran ejemplo de cómo debemos comportarnos todos en el país, pues justo como dice el gerente de este restraurante, somos iguales todos y nadie tendría por qué sentirse superior a otra persona sin siquiera conocerla.
Muchas felicidades al gerente de este restaurante por ser una persona tan admirable, y también a los Mensajeros Urbanos por poner en jaque a todos aquellos que se creen mucho sin tener realmente una razón y exponer la estupidez social en la que muchas veces vivimos.
Si quieres conocer más de los experimentos sociales de Mensajeros Urbanos, échate un clavado en sus redes y checa otros casos en su canal de YouTube.
