Habrá mascota presidencial aunque Trump no quiera

La vida es mejor con perritos, y el que diga que no, está muerto por dentro... o es Donald Trump

Una vez más, tenemos que hablar de Donald Trump y su extraña forma de llamar la atención e ir contra la corriente, nomás por no aburrirse.

Todos sabemos que la vida es mejor con mascotas, y si son perritos, no hay quién se resista. Bueno, tal vez algunas personas sin alma, pero la gente normal, común y corriente cae rendida, no por nada, desde hace 150 años, todos los presidentes de Estados Unidos sin excepción han tenido un perro, el cual es conocido como la mascota presidencial.

 

Aunque también, todos sabemos que Donald Trump no es para nada un presidente parecido a los que Estados Unidos ha tenido antes, lo ha mostrado con sus declaraciones, su manera de expresarse, sus tweets y ahora con su rechazo a formar parte de los mandatarios que aceptan una mascota en la Casa Blanca.

Desde que Trump ganó la elección presidencial en noviembre del año pasado, su amiga Lois Pope, una reconocida filántropo y amiga del empresario le sugirió la posibilidad de regalarle un cachorro Goldenoodle para ser la mascota presidencial pero sobre todo,  para convivir con su hijo de 10 años Barron Trump, quien se mudará a vivir con su padre y Melania al terminar su año escolar en Nueva York.

Este tierno cachorro, es una mezcla de Golden Retriever y Poodle, una raza conocida como Goldendoodle

Él es Patton, el próximo perro presidencial

Trump ya está decidido a romper con la tradición de la mascota presidencial, pero durante el Día de Acción de Gracias en la mansión que la familia Trump tiene en Palm Beach, Barron conoció a Patton y parece que fue amor a primera vista.

Aunque no fue un encuentro frente a frente, Lois le mostró a Trump una fotografía de este perrito Goldendoodle de apenas nueve semanas y sorprendentemente, el presidente electo de bronceado naranja le dijo: ”Ve y muéstraselo a Barron. Se enamorará de él. Barron lo querrá”.

“Cuando le mostré la fotografía a Barron, los ojos se le llenaron de lágrimas y una gran sonrisa salió de su boca. Estoy segura. Todos los presidentes tienen un primer perro. Va con la presidencia”, dijo la amiga de Trump quien inteligentemente y conociendo al nuevo mandatario, lo nombró Patton, en honor a George Patton, general estadounidense de la Segunda Guerra Mundial a quien Trump admira.

General George Patton

Es bien sabido que la familia Trump no tiene animales. Nadie sabe si esto se deba a que a Donald Trump no les gustan o porque no tiene tiempo suficiente para atender las necesidades más básicas de una mascota, pero en sus álbumes familiares no se encuentra ni una foto donde aparezcan animales. Ver un perro o un gato en sus retratos es imposible.

¿Será que a Trump le aterran todos los animales?

La decisión aún no está tomada, y entre que Lois ya se encariñó con el perrito después de convivir con él a lo largo de los meses y que Trump puso de pretexto su ocupadísima vida de presidente empresario (y padre desnaturalizado), si no aceptan a Patton como el perrito de la familia, sería la primera vez desde 1901 que no existe una mascota oficial en la residencia presidencial. Aunque parece que su horrible corazón se está ablandando y a la mera hora si lo van a aceptar

Por cierto, alguien debería decirle a Trump que si tanto admira al General George Patton y quiere ser como él, debería darle chance a su tocayo de cuatro patas, pues resulta que el general también tenía un perro, y al parecer, le hacía la vida muy feliz, como seguramente también pasaría con su hijo Barron. ¿Alguien quiere por favor pensar en los niños

George Patton y su perro bull terrier


[Vía: dailymail.co.uk]