Leonora Carrington nació en 1917 en el pueblo de Lancashire, mientras Inglaterra se encontraba en plena guerra.
Huyó de su casa familiar y de su colegio católico a la menor oportunidad. A los 19 años comenzó a estudiar en la academia de arte Amédée Ozefant, en Londres. A los 20 años Leonora Carrington conoció al que sería su primer amor: el escultor Max Ernst, de 47 años.
Juntos se mudaron a París. Donde convivió con Louis Aragon, Paul Éluard y Nusch, Marcel Duchamp y André Breton. Después, las broncas de Ernst con su exmujer los obligaron a mudarse a Saint-Martin. Ahí vivían como verdaderos bohemios: pintaban, escribían, esculpían. El tiempo era suyo.
La guerra los separó. Ernst fue encarcelado en 1939. Leonora se volvía loca de dolor.
Las circunstancias la obligaron a huir a España. Ahí fue ingresada en un hospital psiquiátrico de Santander durante seis meses. Max salió de prisión mientras ella estaba recluida. Él la esperó. Cuando sale del psiquiátrico, regresa a Francia y vende la casa. En ese momento comenzó a florecer su carrera artística.
Se reencuentra con Renato Leduc, un artista mexicano que era su amigo y le pide ayuda para huir. Para hacerlo, se tuvieron que casar.
Para poder llegar a México, primero llegaron a Nueva York. Ahí se reencontró con Max Ernst. Él le rogó para que volvieran a estar juntos pero ella se negó.
México se convirtió en el amor de Leonora. En 1943 se divorció re Renato. Años después se casó con el fotógrafo Emericko Weisz. Estuvieron juntos 61 años y tuvieron dos hijos: Gaby y Pablo. Volvió a conectarse con sus viejos amigos artistas y conoció a Remedios Varo que también era exiliada. Ambas artistas se convirtieron en socias y amigas, creando diversos proyectos juntas.
Mucha de su obra se centró en la mitología celta, combinada con las culturas indígenas mexicanas y sus visiones oníricas y extrasensoriales que tuvo durante su brote psicótico.
Su arte está repleto de simbología y mística, tiene una sensibilidad y sensualidad femenina que contrasta con el mundo oscuro que vivió durante la guerra.