Es 2020 y la menstruación afortunadamente ya no es un tabú, al menos en mi generación, mis amigos e incluso mis compañeros de trabajo pueden verme sufriendo por cólicos, entenderlo y hasta apoyarme con una pastillita para el dolor.
¿Pero qué tan dispuestos están los novios a comprarte un arsenal de protección?
En Internet encontramos un testimonio, en el que una chica contó la experiencia de pedirle a su novio que le comprara toallas y tampones.
Ella cuenta que sorpresivamente sintió un poco de pudor al principio, porque cuando era adolescente ese tema se trataba como algo “privado” (yo también recuerdo que en mi escuela católica de monjas me decían lo mismo), pero que después se convirtió en una experiencia “linda” de pareja, awww.
Compartiendo experiencias y leyendo un par de artículos online, también descubrí que sí, a los novios no les da pena ir a comprar un paquete de toallas con alas para flujo super abundante amén, aunque no entiendan de qué hablas y lo relacionen más con un ataque pokemón que con la menstruación:
Todos coinciden en que el verdadero dolor de cabeza llega al momento de enfrentarte a un pasillo con miles de opciones que no conoces, como el diseño o nivel de absorción, con alas, sin alas, flujo abundante, entre otros a los que yo también me enfrenté en su momento:
De hecho, las toallas nocturnas siempre me han parecido un pañal gigante, aunque sé que a unas amigas les encantan porque te evitan despertar con una banderita de Japón en tu cama gg.
En conclusión, los novios no se espantan si les piden ayuda, pero sí sufren al elegir qué llevarnos 😛
Si quieres leer más anécdotas, te recomendamos el especial Menstrualidad.
Un sitio lleno de historias interesantes e ilustraciones muy chulas sobre la menstruación.
Desde mitos, tabués y retos, hasta una guía para sufrirla menos, incluyendo un kit de emergencia para los días más bloody 😉
