Mientras acá uno está un poco harto de ir a conciertos en foros que presumen el diseño arquitectónico de una caja de zapatos, en Hamburgo andan muy contentos con un auditorio recién inaugurado que lleva el nombre de Elbphilharmonie.
Aparte de ser una luz arquitectónica en el corazón de esta ciudad alemana, el inmueble también es una joya de la ingeniera acústica, justificando el precio de 843 millones de dólares, rebasando 10 veces el presupuesto original, y los siete años que tomó la construcción.
El excéntrico diseño de la estructura corrió a cargo de los mismos arquitectos detrás del Tate Modern de Londres y el estadio olímpico de Pekín, los señores Jacques Herzog y Pierre de Meuron. A su equipo de trabajo se le unió Yasuhisa Toyota, un especialista de la acústica.
La aportación de éste último se refleja en la creación de 10.000 paneles acústicos hechos con fibra de yeso y colocados a lo largo y ancho del auditorio según un algoritmo. Cada panel contiene un millón de “celdas” que ayudan a darle forma al sonido, ya sea absorbiendo las ondas sonoras o creando un efecto de reverb por todo el foro.
El propósito de este algoritmo es el sueño de todo audiófilo: el balance acústico perfecto. Por supuesto, es más impresionante verlo en acción, y más aún, estando ahí para apreciar el sonido.
Mira esta galería de images tomada por asistentes, visitantes, turistas y metiches:
Por fuera:
Por dentro:
Sin gente:
Con gente:
Con poca gente:
Con escaleras tlaxcaltecas:
Con Trump deseando estar en otro lugar:
Filtro obligatoria en blanco y negro:
¿A poco no parece que le dieron un mordisco a un edificio?