Postres rarísimos alrededor del mundo

El amor no existe, pero los postres sí, y con eso basta

Si de nosotros dependiera, no sería ni el dinero ni el sexo lo que mueva al mundo, sino los postres…

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Dulces y deliciosos, a veces cremosos, a veces crujientes; a veces fríos, a veces calientes, otras veces calientes y fríos… La ilusión de comer postres es uno de los principales pilares que nos animan a seguir existiendo en este mundo mezquino, cruel y carente de sentido.

Sin embargo, no todos los postres están hechos de la misma madera y hay algunos que sobresalen por su excentricidad y exotismo. Utilizando nuestros poderes de escribir palabras en Google y picar “Enter”, les traemos una lista de postres más peculiares que encontramos alrededor del mundo.

Mizu Shingen Mochi: pastel gota de lluvia

¿Alguna vez has soñado con comer (comer, no beber) una gota de lluvia… o un implante de seno? Pues tus raros sueños pueden ser una realidad gracias al pastel gota de lluvia. Este postre japonés realmente no es un pastel (en nuestra occidental visión), pero sí tiene forma de gota de lluvia.

¿A qué sabe? Dicen que a absolutamente nada, por eso se suele acompañar con jarabe de azúcar morena (kokumitsu) y harina de soya, algunos atrevidos incluso le ponen frutas en su interior.

Pro tip: este postre está hecho con agar y no con grenetina, es decir, es vegano.

 

Dondurma: helado turco

Sí, esas masas son hermoso helado

Solido, pegajoso y difícil de derretir (como el corazón de tu ex), este helado tradicionalmente turco es muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Se puede estirar y manejar como si fuera un chiclote, e incluso se llega a comer con tenedor y cuchillo.

¡Precavidos aquellos que sufran de sus nervios! Intentar comprar uno de estos helados no es tan sencillos, pues los vendedores son maestros del trolleo:

Tavuk Göğsü: “pechuga de pollo”

Aquí al cosa se empieza a poner más curiosa. ¿Puede un postre tener carne? Porque esto es un pudín de pechuga de pollo. El sabor predominante sigue siendo dulce… pero con pollo…

No esperes toparte con un pedazo de pollo a la tamal mexicano, usualmente el pollo es añadido como un polvo fino. Este es un platillo emblemático de Turquía, y en algún momento fue de las comidas favoritas de los sultanes otomanos.

 

Yalebi

Este dulce es una masa coloreada de naranja, frita y remojada en jarabe de azúcar es típico de India, Pakistán y Bangladés. La verdad incluimos al yalebi en esta lista solo porque nos recordó demasiado a unos chicharroncitos (así bien ricos con su limón y salsa Valentina) y se nos hizo bien exótico que en India sea un postre dulce. Perdón lectores, a veces se nos sale lo básicos.

 

Grillos cubiertos de chocolate

En Tailandia les gustan viscosos pero chocolatosos… bueno, cualquiera que haya probado los grillos –cosa que no debería ser rara en México– sabe que no son viscosos, sino ligeramente crujientes y salados. ¿Se te antojan con chocolate?

Ahora, los más haters seguro dirán que si ya comemos pasas con chocolate, entonces cualquier cosa –con chocolate– es admisible… Nosotros decimos que dejen a las pobres pasas en paz.

 

Cendol

Otro caso de algo que en papel no suena nada atractivo, pero en la práctica funciona mejor de lo que uno pensaría. Este postre de Malasia es una especie de raspado con fideos verdes, leche de coco, azúcar de palma, jalea de hierba y frijol rojo (azuki). Sí, un postre con frijoles no suena particularmente atractivo, pero el frijol rojo de hecho es dulce y es un ingrediente muy recurrente en los postres asiáticos.

 

Pastel dorado del Sultán

Si alguna vez andan en Istanbul, Turquía, y les entra la gana de saber cómo se verían sus heces envueltas en oro y tienen unos mil dólares de sobra, pueden ordenar el Pastel dorado del Sultán. Este pastel está hecho de higos, albaricoques, peras y membrillo marinados durante dos años en ron de jamaica. Además del dinero, también necesitas tiempo, pues su preparación (que también incluye la infusión de una rara vainilla de la Polinesia Francesa, un topping de trufas negras caramelizadas y una capa de hojuelas oro comestible de 24 quilates) requiere de 72 horas una vez ordenado. Qué rico ha de ser ser rico.

Este postre es preparado en el Hotel Palacio Ciragan.

 

Bonus:

Algunos de los siguientes postres no son particularmente raros o exóticos, pero si tienen algo de tiempo libre, agazájense con lo delicioso e hipnótico de su realización: