Siendo sinceros, no sabemos exactamente qué estaba pasando por la cabeza de Albert Einstein en el instante en que sacó la lengua para la icónica foto, pero gracias a la BBC, sí sabemos qué estaba pasando antes y después. Bueno, más o menos… esta es su historia.
La fotografía fue tomada tras la celebración del cumpleaños número 72 del padre de la teoría de la relatividad, en 1951. El festejo se llevó a cabo en el Princeton Club, alrededor del cual se congregaron una horda de fotógrafos y periodistas ansiosos por capturar una imagen del físico alemán.
Después de echar la pura pinshi parti y salir del recinto, Einstein posó pacientemente para la cesión de fotos improvisada. ¿Se imaginan ser un señor de 72 años y tener que aguantar a la prensa después de una fiesta? El físico iba acompañado de Frank Aydelotte, director del Instituto de Estudios Avanzados de Estados Unidos, y la esposa de este, Marie Jeanette.
Cuando Einstein y la pareja finalmente libraron la pared de prensa, y se subieron a un automóvil para partir y descansar, el fotógrafo Arthur Sasse, de la agencia de noticias United Press International, se le acercó al físico y le pidió una sonrisa para la cámara. Según Fred Jerome, autor de The Einstein Files. J. Edgard Hoover’s Secret War against the World’s Most Famous Scientist, el científico le sacó la lengua a Sasse, quizá por hartazgo, quizá por cansancio. Sea como sea, evidentemente fue un momento en el que Einstein le valió tres pepinos la formalidad.
Sasse, siempre oportuno, logró capturar el momento. Los editores de la United Press International dudaron en publicar la foto, pensando que podría molestarle al físico. Aún así, y como buenos medios, la publicaron.
Afortunadamente, a Einstein no solo no le molestó, sino que pidió 9 copias para repartirlas entre sus amigos. Las copias fueron firmadas y recortadas para excluir a la pareja.
Una de las copias de la fotografía, en cuyo margen izquierdo se lee “A. Einstein .51” (es decir, la firmó el mismo año en que fue tomada), será subastada. Esta fotografía esta en muy buenas condiciones, pero además su valor sube porque está integra y sin recortar. Se estima que la fotografía podría alcanzar los 44 mil dólares.
Vía BBC
