En febrero de 2015, Tyran Dobbs fue víctima de swatting. Es decir, un equipo SWAT (fuerzas especiales policiacas) llegaron a su residencia en Maryland, Estados Unidos, para arrestarlo y en el proceso recibió dos disparos con balas de goma, uno de ellos justo en el rostro. ¿Por qué la policía quería arrestar a Dobbs? Porque alguien hizo una llamada falsa haciéndose pasar por Dobbs y alegando que tenía rehenes y exigía una recompensa para no asesinarlos.
Dos años después del incidente, el inglés Robert McDaid y el estadounidense Zachary Lee han sido arrestados por hacer la “broma” telefónica. Dato curioso, McDaid es el primer inglés en ser arrestado por este crimen en particular. Aparentemente, el móvil detrás del swatting fue un desacuerdo en un videojuego en línea.
Una de las balas golpeó a Dobbs justo entre los ojos. Esa herida ha requerido de dos cirugías reconstructivas.
¿Y en qué juego inició la riña?
No lo sabemos y mejor ni preguntemos. Lamentable e independientemente del juego, el swatting se está volviendo una tendencia entre videojugadores. Ya sea simplemente para joder, para interrumpir sus speedruns o destruir sus ventajas en competencias, esto va más allá de una broma. Las víctimas pueden sufrir daños físicos o emocionales. Además del desperdicio de recursos humanos. Cuando cualquier servicio de emergencia responde a un llamado falso, no puede atender un llamado genuino.
Vía Polygon
