A diferencia del resto del año, las fiestas en diciembre tienen nombre: posadas. Como todas las buenas pedas, sus raíces tienen algo que ver con religión, pero hoy son una parte tradicional de todo convivio, ya sea con amigos, compañeros de trabajo o familiares… principalmente familiares.
Aunque técnicamente son fiestas y desmadres, hay ciertas tradiciones apegadas a las posadas que todavía se celebran en muchos casos. Cierto, no siempre participamos con el mejor entusiasmo y es por eso que hicimos una lista de cosas que suelen pasar por nuestra mente mientras cantamos “Entre santos peregrinos”.
1. Espero que ahora sí den de comer.
2. Qué les cuesta ponerle piquete al ponche. Si a los niños ni les gusta el ponche. Digo.
3. Espero que no se note que sigo pedo de la posada de anoche.
4. No puedo creer que me convencieron de faltar al bacanal de mi trabajo por venir aquí.
5. ¿Vendrá la letra de “Ora Pro Nobis” en Genius?
6. ¿No podían darme una velita más grande?
7. Ese nacimiento es tan viejo que parece hecho de plomo… un momento, ¿qué demonios está pasando aquí?
8. Y qué tal si pedir posada era la modalidad de robo a casa habitación en tiempos de Poncio Pilato y por eso la canción es tan larga.
9. Ya pongan perreo.
10. ¿Cuándo se va a acabar esto? Ya me quiero ir.
11. Si la piñata tiene fruta, no me aviento.
12. ¡MÁTALO! ¡DESTRÚYELO! ¡BORRA ESA SONRISA IMBÉCIL DE NUESTRA DIMENSIÓN TERRENAL!
13. -¿Cómo vamos a romper la piñata? -Van primero los niños.
14. Espero no ser aquel wey que siempre le pegan con el palo en los fails de YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=m2Krmk3ga3Y
15. No voy a participar en esta expresión folclórica de la violencia–[salen Rocaletas de la piñata] ¡A un lado, tetos!
16. Aquí esperando a que los abuelos se vayan a dormir para que empiece la fiesta de verdad.
