Unos loquillos quieren usar cuervos para limpiar las colillas en ciudades

Quizás cada vez hay menos lugares para fumar. Sin embargo, seguimos encontrándonos colillas en la calles de fumadores que avientan su cigarro tras terminarlo. Ahora, una startup de Holanda se ha inspirado...

Quizás cada vez hay menos lugares para fumar. Sin embargo, seguimos encontrándonos colillas en la calles de fumadores que avientan su cigarro tras terminarlo.

Ahora, una startup de Holanda se ha inspirado en tener un ejército de animalitos (como lo hace el Dr. Pangolín). Sin embargo ellos están empleando esta armada para encontrar una solución de limpieza de espacios urbanos de esa apestosa y pequeña basura: la colilla.

Esta solución no ha venido sin controversias por lo que buscan hacer. El proyecto Crowded Cities (un juego de palabras de “crow” que significa cuervo) quieren aprovechar la inteligencia de los cuervos para entrenarlos y adiestrarlos en la búsqueda de que puedan recoger colillas de cigarros a cambio de un maní.

Una de las mentes de la startup le dijo a The Next Web que habían querido utilizar palomas, pero éstos pájaros urbanos no son lo suficientemente inteligentes (un cú triste, dice la paloma). Sin embargo, descubrieron que los cuervos son unos de los animales más inteligentes que hay y que son más aptos para llevar a cabo estas tareas. Los cuervos son capaces de jugar, aprender entre ellos e incluso de contar.

Por supuesto que podrías usar esos robots que aspiran con autonomía por la ciudad, pero imagina todos los accidentes que podrían padecer. Por eso Crowded Cities decidió no usarlos como opción. Además de ese motivo, la startup  tiene experiencia entrenando cuervos.

Previamente habían desarrollado Crow Box, que es básicamente una dispensadora para pájaros, con la que entrenan a cuervos para que metieran dinero a cambio de una recompensa. Sin embargo, con la cuestión de las colillas, el tema es más complicado. Más de cuatro millones de billones de colillas (4,000,000,000,000,000,000 para su mejor comprensión), llenas de toxinas y nicotina, terminan afectando al medio ambiente cada año. Son alrededor del 30% de todo el desperdicio. El plástico en una colilla toma hasta 10 años en descomponerse. Este proyecto cree que puede reducir significativamente el número de colillas en el ambiente usando un ejército de cuervos.

La forma en que entrenan a los cuervos es poniendo una colilla y comida en una bandeja. Eventualmente, la comida es devorada y el cuervo sigue buscando comida. Si logra meter la colilla, mientras pica la bandeja, en un recipiente, recibe más comida. A esto le sigue que ponen muchas colillas de cigarro en el piso cerca de la máquina, para que el cuervo entienda que si pone una colilla en la máquina, será recompensado con comida.

Por otra parte, existen cuestiones éticas en el asunto. Un pájaro podría morir si se come una colilla (por algunos de los químicos que contiene). Por lo que la startup ha dicho que pararían el proyecto si observan que es algo que lastima a los cuervos.

Los creadores del proyecto creen que se puede regular el número de aves que forman parte de esta iniciativa, sin embargo admiten que aún falta mucha investigación sobre los efectos que puede tener sobre los cuervos.

Además, a esto se le suma que hay escépticos que piensan que no es posible entrenar a los cuervos de forma óptima o que simplemente la recompensa de la comida no es suficiente para mantener a los cuervos interesados.