La semana pasada el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció oficialmente la salida de su país (el segundo más contaminante del mundo) del Acuerdo de París. En otras palabras, el presidente Trump le dio la espalda al compromiso global de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y, ulteriormente, a los [tibios] esfuerzos por frenar los escenarios más catastróficos del cambio climático artificial. ¿Qué tiene que ver todo esto con el valor nutricional del cuerpo humano?
Dicen que hombre prevenido vale por dos, así que, por si las dudas, hay que pensar en cómo sobreviviremos a un hipotético futuro apocalíptico. No se asusten antes de tiempo, pero en el fin del mundo no habrá Oxxos abiertos cuando estemos hambrientos.
Botana paleolítica
Todos nos hemos preguntado alguna vez por el sabor de la carne humana. Pocos estarían dispuestos a probarla, pero aún así la duda inocente persiste. Dato curioso: según el testimonio de algunos caníbales, el sabor y textura son comparables con la carne de cerdo, ternera o pollo. Sin embargo, para James Cole, arqueólogo de la Universidad de Brighton, la pregunta realmente era: ¿qué tan nutritiva será la antropofagia?
Evidencia arqueológica ha mostrado que varias especies de homínidos se merendaban los unos a los otros desde el Pleistoceno (de 2.59 millones a 10 mil años a.C.). El profesor Cole quería saber si este comportamiento tenía realmente un beneficio nutricional.
Para hacer su cálculo, el profesor tomó unos estudios previos donde midieron el contenido de proteína y grasa en el cuerpo de cuatro varones adultos. Sin embargo, vale la pena mencionar que son muy pocos objetos de estudio. También podría haber una discrepancia entre el cuerpo de los hombres modernos y el de nuestros antepasados.
Entonces, ¿qué tan nutritivo es el cuerpo humano?
El profesor Cole calculó que en en promedio nuestro cuerpo contiene entre unas 125,000 y 144,000 calorías. Este número se divide de la siguiente manera:
Piel: 10,280
Huesos: 25,330
Cerebro, médula espinal y nervios: 2,700
Corazón: 650 (para que se den una idea: esto es el equivalente a unos 4 pingüinos Marinela)
Pulmones: 1,600
Hígado: 2,570
Sistema digestivo: 1,260
Riñones: 380
Bazo: 130
Grasa: 49,940
Músculos de la cabeza y el torso: 5,420
Brazos: 7,450
Antebrazos: 1,660
Muslos: 13,350
Pantorrillas: 4,490
Una libra de cadera no es merienda
Aunque esas cifras parecen altas y se ven apetitosas, de hecho no lo son. El cuerpo humano es poco nutritivo. O por lo menos si lo comparas con las otras opciones. Un bisonte estepario aportaba unas 612,000 calorías, suficiente para alimentar a un grupo de 25 individuos por 10 días. Es más, un mamut aportaba unas ¡3.6 millones de calorías!, suficientes para alimentar al mismo grupo por 60 días. En comparación, comerse a un homínido hubiera servido para medio día.
El estudio del profesor Cole reafirmó aquello de lo que ya teníamos noticia: los episodios de canibalismo tenían funciones sociales, culturales o “espirituales” más que nutritivas. Aunque el profesor no descarta que haya servido de vez en vez como un suplemento alimenticio. Se cree que nuestros antepasados eran oportunistas a la hora de alimentarse, y con justa razón; sus medios de subsistencia eran precarios.
Así que ya saben; a falta de pan, antropofagia… o mejor no. Mejor habría que cuidar lo que tenemos, ¿no?